Las grandes obras requieren grandes hombres. Es el caso de la cantera futbolística del colegio Inmaculada de Gijón, cuna de destacados futbolistas y, sobre todo, cuna de deportistas que han sabido trasladar las virtudes de la sana competición a la vida personal y profesional. El Inmaculada ha perdido a Isidro del Río, durante décadas cerebro del gran fútbol del colegio. Como el padre Cuesta fue el cerebro del baloncesto colegial, admirado en Asturias y fuera de Asturias, Del Río hizo grande el fútbol del colegio Inmaculada, símbolo de lo mejor de Gijón. Descanse en paz.
Por lo demás, la semana futbolística comienza hoy, que es martes, aunque esto siga sin ser Bélgica, con la visita de España a Wembley, el escenario soñado por cualquier profesional del fútbol. Wembley atesora parte de la mejor historia futbolística a la que habrá de hacer frente el equipo de Lopetegui, que ha tomado con seriedad las riendas. En el equipo parece que empieza a desentonar Álvaro Morata, el delantero centro del Real Madrid usado como ariete contra Florentino Pérez. Finos analistas capitalinos se han dado cuenta de que es un delantero menor, que se pasa los partidos quejándose de este agarrón, de aquella patadita o de un balón que no llegó a su destino. Morata, damas y caballeros, señoras y señores diputados, está varios escalones por debajo de Benzema, se ponga como se ponga la cohorte de acerados críticos con Florentino Pérez. A ver qué hace hoy el seleccionador, si lo elige a él o se inclina por Aduriz, un modelo de prudencia y eficacia.
La semana futbolística rojiblanca comenzó ayer por la tarde con el regreso de la plantilla a los entrenamientos preparatorios del crucial partido de la tarde del domingo ante una lanzada Real Sociedad. Es el partido, y no hay otra. Es el partido en el que, por fin, los del gran timonel, al que algún malvado escondido en las masas madrileñas lo ha convertido en pequeño grumete, han de sumar tres puntos que quizá sirvan para salir de las plazas de descenso. Una victoria a estas alturas de la temporada y a la vista de lo ajustado del puntaje, que diría aquél, de tantos equipos provoca salidas de la zona de castigo y entradas en territorios más cómodos.
La semana, en palabras del clásico, viene cargadita. La historia de que Messi quiere esperar y ver si renueva o no por el Barcelona porque tiene en su horizonte particular al Manchester City de Pep Chanel Guardiola, si juega ante la Colombia de James, que no Bond, faltaría más. Las estrellas futbolísticas de hoy son multinacionales que influyen en el PIB de ciudades y hasta puede que de países. Un movimiento de una de ellas puede ser una especie de terromoto de grado seis y medio en la escala de Richter. Atentos a la pantalla.
Como atentos habrá que estar a la pantalla rojiblanca, donde se anuncian novedades en las cobranzas de los rectores del club o, mejor, de la sociedad anónima deportiva. Queda pendiente el asunto. Las buenas costumbres, siempre; por eso, si pregunto, ¿molesto?: ¿tiene Esuperio decididos los puestos a reforzar en el mercado de invierno o sigue dudando? Próxima parada, Capuchinos.
