Cuando llegue el domingo la expedición rojiblanca al campo del Espanyol ya sabrá como quedaron los equipos que le acompañan en el destino en la zona abismal, según se mira allá abajo, al fondo de Primera. Vivir al borde no es fácil, pero el Sporting ya tiene su experiencia y eso también puntúa. Es lo mismo que le pasa al Real Madrid, en el Bernabéu y fuera, parece que está dominado, contra las cuerdas, y al final aparece Sergio "Tremendo" Ramos y lo resuelve. Cierto que antes hizo el roto de cada tarde. Son "Maneras de vivir" que cantaría Rosendo.

Siempre es preferible vivir al límite en la zona "champions" que en la profundidad del océano. Pero de todo se puede sacar provecho. Ya ven a Zizou "suave" Zidane desesperado en la zona técnica, agitando los brazos, pegando puñetazos al aire, olvidando su pose de perfecto maniquí de Mango -con una talla envidiable- y en cuanto acaba el duelo con los alemanes se pone ante las cámara y micrófonos -con esa sonrisa beatífica- sólo le falta decir: hermano periodista ¿qué quieres saber? Ese estilazo que no valoraban en Socuéllamos o Barakaldo, cuando el divo entrenaba al Castilla, arrasa en la Champions League y territorios Tebas. Tampoco lo hacen mal Aubameyang -hijo de española- y Bartra -jugador de la roja, en ocasiones- cuando aparecen por la sala de prensa con una sonrisa así de grande para celebrar que el Borussia quedó por encima del Real Madrid, en juego y clasificación.

En los años sesenta cuando Manuel Fraga -Ministro de Turismo y de su Ley de Información- buscaba convertir cada ruina arquitectónica y edificio singular en un Parador Nacional, pedía al personal nativo -a los españoles en general- que recibieran a los turistas con una sonrisa en los labios, con amabilidad, porque España, Spain, is different. Ahí comenzó el desarrollo que aún hoy en día, con otros modos, es la principal industria nacional, Asturias incluida.

Hay que celebrar que existan Zinedine Zidane o Enrique Cerezo, entrenador y presidente, atendiendo con amabilidad a los medios, aunque la procesión por dentro no sea tan encantadora, porqué las formas cuentan, y mucho. Que el estilo se vaya contagiando por cada esquina de esta Liga sería una buena noticia. No se trata de que vayan haciendo el Joaquín -contando chistes en cada noche radiofónica-, vale tomarse con ironía las preguntas incómodas y celebrar las victorias o empates -como sería el caso en Barcelona- con una media sonrisa.

Por ejemplo, en estos meses de banquillo Carmona no perdió los papeles y esperó su oportunidad. Hace un tiempo una forofa veterana reclamaba, ante las cámaras de televisión, que el mallorquín tenía que ser internacional -ya lo fue en la sub-19- y lo decía con una fe contagiosa. Esa señora rojiblanca esta semana tocó el cielo. Hasta Jorge Valdano pedía un Ferrari para premiar al mejor jugador de la jornada, todo un MVP al estilo USA.

Sólo queda esperar que el regreso de esta jornada liguera acompañe y que Deportivo y Osasuna, en sus partidos ante el Madrid y Barcelona, no recojan los beneficios de una jornada europea ante unos rivales que en el campeonato doméstico juegan a menos revoluciones. Y ya de paso este viernes el Málaga, del serio y correcto Juande Ramos, deje al Granada más alejado del "Pitu" y derivados. Al fin y al cabo con la visita de los gijoneses a La Rosaleda aparecieron en escena Fornals y Ontiveros, dos joyas, que dieron la vuelta al partido y están llevando a los malacitanos en volandas. Sonreír, siempre; ganar cuando se pueda, empatar cuando no se debe perder.