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Fondo Norte

En el esperanzador inicio de la "era Rubi"

El nuevo entrenador es consciente de que con tres goles encajados en cada partido no se va a ninguna parte

El Sporting cierra esta tarde la primera vuelta de la Liga cuando abre la "era Rubi", el nuevo entrenador llamado a sustituir al gran timonel, que no estará en el banquillo del Villamarín, campo tan importante en la más reciente historia rojiblanca. La nueva era tiene que ser productiva para un equipo agobiado en la zona baja de la tabla por su falta de capacidad para sumar puntos. La primera vuelta, damas y caballeros, señoras y señores diputados, ha sido horrenda y conviene no echar mano de los inútiles paños calientes tan habituales en estos casos.

"He jugado al fútbol y a veces he jugado mal, ¿y qué?", espetó Zidane a un periodista que le preguntaba por la baja forma de Cristiano Ronaldo. "Hay que mejorar en seguridad defensiva", sentenció Rubi en la rueda de prensa del viernes. Dos frases que pueden parecer simples, y seguro que lo son, pero que acumulan sensatez, tan necesaria en el fútbol. La seguridad defensiva es el primer paso para que el Sporting salga de la zona peligrosa. Con tres goles encajados por partido no se va a ningún lado. El nuevo entrenador da la primera clave para el cambio que se espera.

Como la plantilla está en fase de cambio, todos los jugadores disponibles viajan a Sevilla. El Sporting se lleva a veintitrés futbolistas, de los que cinco tendrán que ver el partido desde el palco reservado a los visitantes. Se ve con la medida que Rubi quiere conocer de cerca a cada jugador y quiere hacer piña en una plantilla que, según los más finos analistas del lugar, no se está caracterizando por su unidad de destino en lo universal. Rubi ha dicho también que no va a haber muchos cambios con relación a alineaciones pasadas, cuestión que sólo se aclarará a media tarde de hoy cuando se conozca el equipo inicial elegido para dar cuenta de un Betis que se ha quedado sin su primer símbolo, Joaquín, por lesión.

Mientras, en Málaga tiran voladores con la llegada de Luis Hernández, que ha puesto fin a su etapa en Inglaterra con una celeridad que sorprende. El Málaga acaba de fichar a Demichelis, cargadito en años pero triunfador en sus años de La Rosaleda. Luis Hernández, sin duda, le hará falta al Málaga, pero más falta hacía en el Anfield del Piles por aquello de la seguridad defensiva que reclama en el nuevo entrenador rojiblanco.

Son curiosos los vaivenes que sufre el fútbol. El caso de Luis Hernández es paradigmático y demuestra que a veces el dinero no es lo más importante en una carrera profesional de un futbolista. Quería ganar más, y hacía bien en quererlo, aunque el Sporting sin duda maniobró mal para acercarse a las demandas del defensa. Resulta que la plantilla actual ha subido en seis millones anuales la masa salarial, y a la vista está su rendimiento. Luis Hernández tenía peso en el equipo y en el vestuario, aspecto crucial cuando se producen muchos cambios.

A la espera de la presentación de Rubi se mantienen las buenas costumbres; si pregunto, ¿molesto?: ¿sabe Esuperio lo que piensan los veteranos del Sporting de lo sucedido en los últimos días en el equipo y en el club? Convendría que se enterara. Próxima parada, Cruz Roja.

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