Llega el otoño, y la música abandona las calles para resguardarse en el calor de los bares. Es el tiempo de espacios como "Toma 3", que sigue siendo un lugar de referencia para todo tipo de eventos culturales en la ciudad. El pasado viernes hubo sesión doble: primero, un coloquio a cargo de Victor Guillot, Igor Paskual y Javier Gª Rodriguez sobre la película "La ley de la calle" de Coppola, organizado en el marco de las actividades de los premios "Princesa de Asturias". Y, a continuación, la presentación del nuevo trabajo discográfico del ovetense Nacho García, "Canciones para San Valentín Vol.III" (TSR 2015), la tercera entrega de una antología cargada de buenas canciones para escuchar con calma y sosiego.
Este fue el clima que predominó durante todo el concierto; la atmósfera se hizo más espesa cuando la guitarra de Nacho García arrancó con los primeros acordes. Tiempos lentos y frases que se hacen esperar, generando la expectativa sobre cada verso de las canciones. Esa espera merece la pena; melodías bien construidas y letras maduras y con contenido consiguen enganchar al público e introducirlo en un universo hipnótico creado con una gran economía de recursos, con pocos acordes y pulsos constantes en la acertada percusión de Diego Reyes.
Ante la oscuridad de su música y de su indumentaria, sorprende encontrar en este artista una voz cargada de luz, con un brillo que por momentos le permite hacer guiños al pop. Lo suyo es una propuesta de largo recorrido, y en "Varsovia" pudimos ver una influencia bien digerida del "noise pop" de los noventa tanto en la guitarra con en el arrastre vocal de cada verso.
Los guiños a Dylan y a Cash se sucedieron en temas como "Obscuridad" en el que predominó la monotonía tonal. Inevitable no acordarse también de otro Nacho (Vegas). Todo mientras Tom Waits vigilaba atento desde la pantalla en la que se proyectaba "La ley de la calle". Nacho García demostró oficio defendiendo sus canciones con seguridad en la proximidad que permite el formato acústico y haciendo bueno aquello de que la veteranía es un grado. Disco a disco su carrera crece y su propuesta gana en madurez, como demuestra en su último trabajo. Pasen y escuchen.
