No pretendo emular al genial poeta, humanista y agustino de la escuelasSalmantina Fray Luis de León, sólo referirme a que después de estar alejada de mis labores de articulista voluntaria durante dos semanas, recuperándome de dos operaciones de cataratas, muy bien realizadas por un cirujano, antiguo alumno y una enfermera, también antigua-alumna, vuelvo a mi actividad y no ha cambiado nada de nuestra enrevesada situación política. Yo intenté no enterarme de mucho, sólo a grandes líneas, pero un día me pareció oír a Pedro Sánchez diciendo que estaba dispuesto a pactar con Podemos y darle la Vicepresidencia a Pablo Iglesias, esta vez no me limité a hacer zapping, directamente apagué la televisión.
Esta gentuza que se dicen políticos pero son unos patanes chapuceros, megalómanos con ansia de poder, me despiertan mis instintos asesinos, esos que creí que no tenía, pues en general soy más bien bondadosa y empática; o eso me parecía. Pero ahora, como yo les decía a mis hijos cuando me volvían loca y no me hacían caso, les diría "os voy a estrapallar contra la pared". Nunca lo hice, pero con éstos, no sé yo.
Cómo es posible que unas personas como Mariano Rajoy y Pedro Sánchez desoigan el clamor de voces que les piden que se vayan y dejen el sitio a savia nueva de su partido. Pues nada, no hay mejor sordo que el que no quiere oír. Y con todo esto, cada vez nos dividen más a los españoles, y digo españoles sin mencionar a esos ignorantes que no quieren saber nada con nuestro hermoso país, orgullo de propios y extraños. Yo les mandaría a una pequeña estancia (uno o dos años) en Siberia, a ver cómo volvían.
Mientras paso los días sin poder leer, sin internet, me dedico a escuchar música, a ver amigas y a limpiar. Ya sé que no debería pues tendría que descansar pero no soporto sentarme en una butaca sin hacer nada. Mi madre intentó que me volviera una perezosa de por vida, no era su intención, pero la pobre tenía tanto trabajo con sus cinco hijas que se pasaba la vida repitiendo "quítate de en medio que no vales para nada ya lo hago yo", cuando te retrasabas en hacer algo que te había pedido. Con lo cual yo acabé sentándome en una butaca, leyendo todo el día y sin hacer nada, pensando que no valía para nada. Claro que desde que me di cuenta que valía para muchas cosas, -no para todo como una amiga que tengo que es muy completa, pero para bastantes cosas-, no puedo parar.
A causa de las humedades propias de nuestra tierra, tuve obras y pintores, todos muy buena gente, muy eficiente, pero tragué polvo, cosa fina, barrí, fregué, ordené, cambié las cosas de sitio cuarenta veces, y solo espero que mis ojos no se resientan. Pero me siento orgullosa, está quedando bastante bien y me da algo en que pensar que no sea la política.
Estuve escuchando a Vivaldi hace un rato, me encanta la música barroca y los músicos italianos. Ahora cambié de registro: estoy escuchando a Paul Anka que me gustaba mucho de jovencita y me sigue gustando. Enciendo la tele a ver si hay algo apetecible y me topo con Pablo Iglesias diciendo que qué estupendo que Otegui ya no esté en la cárcel por sus ideas, que ha triunfado la democracia y que es estupendo que vaya a encabezar la candidatura de Bildu. Esto no lo entendí muy bien porque ya había apagado la vil máquina que se había hecho eco de tamañas mentiras invocando a la democracia. Pero cómo se pueden retransmitir semejantes palabras cuando Otegui estaba en la cárcel por asesino y debería seguir allí. Y en España no hay nadie en la cárcel por sus ideas políticas, ni siquiera por abucheara los políticos que no les gustan en un pleno que es lo que hace esa patulea vociferante, mal educada y agresiva que va de pleno en pleno no dejando hablar a algunos. Con la policía echada de ese lugar porque ya se sabe: nuestra maravillosa policía, según ellos, es represora.
A mí me va a dar algo, así que me voy a limpiar y a dejar mi casita como los chorros del oro. Si mi madre levantara la cabeza le daría un ataque. Mami, te quiero.
