Los conciertos inaugurales suelen ser buques insignia y cartas de presentación de cualquier festival, tienen una relevancia y una atención mediática mayor que otras actuaciones del programa. Por esta razón, es difícil comprender por qué los organizadores de esta edición del Festival Arcu Atlánticu han apostado por "De Vacas" para la ocasión. Nada que objetar a la propuesta musical del grupo, lo que hacen lo hacen bien, pero es difícil de encajar que, tras los preceptivos discursos institucionales insistiendo en la reivindicación de la identidad y la memoria, suene un repertorio compuesto en su totalidad por éxitos del pop anglosajón, alejados en origen y lenguaje de cualquier "tradición" del Arcu Atlánticu.

Había una expectación palpable por ver a "De Vacas" en directo, por ver su forma de reinterpretar las canciones que han copado las radiofórmulas en los últimos años y, a pesar de que sonaban bien, la reinterpretación dejó bastante que desear y acabó resultando monótona. Tres voces con una armonización por terceras quintas y octavas están bien para media docena de canciones, pero a la séptima con el mismo patrón la novedad se vuelve rutina. La guitarra, que era el único sustento instrumental, se afanaba en variar timbres a golpe de samples y pedales, pero poco se puede hacer cuando, una canción tras otra, la estrategia es bajar el tempo y dejar que todo fluya. Empezaron bien, con una versión del "Ai se eu te pego" en la que modificaron la letra de una estrofa introduciendo otra de cosecha propia en gallego y acabaron con el "So lonely" de "The Police". Las versiones de "Dragostea din tei" y "Gangnam style", los "Backstreet Boys" y las "Spice Girls" no ofrecieron grandes novedades; las canciones se iban sucediendo con el público frío, aplaudiendo como mandan los cánones al final de cada canción. Hubo palmas en "Baby one more time" de Britney Spears.

La versión de "Noche y de día" de Enrique Iglesias nos brindó una letra en gallego. Interesante. Pero pronto llegó el humor fácil y chabacano en la versión de "Ay, pena, penita, pena" cantado sólo con la "e" y convirtiendo la "pena" en "pene"; por si alguien no lo había pillado, y para despertar la carcajada fácil, las tres cantantes esgrimían en el aire una reproducción en plástico del susodicho miembro. En fin? Cerraron el concierto con una versión del "Boys, boys, boys" de Sabrina. El público se había ido animando a lo largo del concierto y "De Vacas" acabaron ganándose al respetable a base de diálogo, bromas y cercanía, demostrando un oficio forjado claramente en escenarios más cercanos e informales que el patio del Antiguo Instituto. Pidieron más, y como propina sonó un alalá en asturiano y una versión del "Single ladies" de Beyoncé acompañada sólo de panderetas; habría resultado original si no lo hubiéramos escuchado antes asociado a una parodia del programa "Camín de cantares".

Así fue el concierto inaugural de esta edición; la gente lo pasó bien, pero quizás convendría reflexionar sobre el rumbo que quiere tomar el festival, porque en la programación musical encontramos varios nombres que encajarían mejor que "De Vacas" en la inauguración de un festival cuyo lema reza "identidad y memoria". Desconcertante.