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Profesor de Geografía e Historia

Hispanidad

Ya es hora de poder sentirnos españoles y liberales sin complejos

Se celebró este 12 de octubre un Día de la Hispanidad envuelto en la polémica, con el propio concepto e identidad de España como nación cuestionados. Si hace décadas era en el País Vasco donde en parte no se admitía, con la banda terrorista ETA, marxista y separatista, en su expresión más radical y violenta, en los últimos años es en Cataluña donde el nacionalismo ha hecho de España y su capital Madrid el referente de los agravios y perversidades, el célebre "España nos roba" del tiempo de los Pujol, que a través del adoctrinamiento en la enseñanza y medios de comunicación pretende celebrar un referendo de secesión unilateral. Naturalmente el argumento -más bien excusa- de que Cataluña en 1713 en la guerra de Sucesión fue ocupada a la fuerza y anexionada a España, que la expolia desde entonces, no se sostiene objetivamente. En primer lugar la guerra de Sucesión no fue de Madrid contra Barcelona, sino de los partidarios de los Habsburgo austriacos contra los partidarios de los Borbones franceses para suceder en el trono de España a Carlos II "El Hechizado" que murió en 1700 sin descendencia. El triunfo del bando Borbón introdujo en España la nueva dinastía en la persona de Felipe V, nieto del rey francés Luis XIV, reinante hasta hoy en la persona de Felipe VI. En segundo lugar porque las reformas liberalizadoras de Carlos III en el siglo XVIII, abriendo el comercio americano a los puertos españoles -tras romper el monopolio comercial de Cádiz-, contribuyeron decisivamente al despegue de la manufacturas textiles algodoneras catalanas, además del proteccionismo arancelario del siglo XIX.

Con todo parece que aún se conserva una peculiar alergia, en forma de complejo especialmente agudo en determinados casos de izquierdismo, al asociar "España" con la dictadura franquista y la opresión centralista. que ni siquiera los triunfos deportivos, por ejemplo con la selección española de fútbol campeona del mundo y muchos balcones ondeando la bandera rojigualda, han conseguido superar. La realidad es que España es plural, en tiempos de los RR.CC. (Isabel de Castilla y Fernando de Aragón) se hablaba de ella en plural, usando la expresión "Reyes de las Españas", lo cual no quiere decir que España no exista geográfica o históricamente o sea perversa. Que los ciudadanos con más renta paguen más impuestos que los ciudadanos con menos renta no es robo, sino lógica. Desde la revolución francesa de 1789 y las posteriores revoluciones liberales que abolieron el feudalismo y los privilegios fiscales de la nobleza y el clero, se sobreentiende que cada cual ha de contribuir en proporción a sus posibilidades a la administración común. ¿Se imaginan que los vecinos de la céntrica calle Corrida en Gijón dijeran que los habitantes del barrio de la Calzada les roban por pagar menos impuestos? Partiendo de la base de que ni las cordilleras ni los ríos pagan impuestos, por lo cual es una gran falacia afirmar que este territorio expolia a aquel. Y la realidad es que la España actual es constitucional y autonómica y su constitución ha sido aprobada democráticamente. Otra cosa es que pueda reformar o que la democracia haya derivado en partidocracia.

En cuanto al liberalismo, en el siglo XX ha solido tener buena prensa en lo político y mala en lo económico. En lo político ser liberal se considera sinónimo de libertades, progresismo, democracia, división de poderes, y en lo personal ser abierto y generoso. Sin embargo en lo económico se le ha asociado a explotación de los pobres por los ricos y libertad económica en beneficio de los poderosos. Si en el XIX los conservadores eran los absolutistas y tradicionalistas y los liberales los reformistas y revolucionarios, en el XX el socialismo estatalizador ha considerado que conservadores y liberales son lo mismo, burgueses y reaccionarios. Después del triunfo de la revolución liberal (en lo económico) y conservadora (en lo político) de Reagan y Thatcher el argumento se ha convertido en dogma: el capitalismo liberal es la causa de la pobreza en el mundo. Contra una doble evidencia: los países más capitalistas son los más desarrollados, libres y prósperos, y los países menos capitalistas son los más dictatoriales y míseros. Desde la desaparición del comunismo hacia 1990 en la URSS y Europa del Este, y el abandono de las comunas maoístas en China y de las políticas socializadoras en la India, el índice de pobreza severa ha bajado del 40 al 20% de la población mundial en los últimos 25 años. ¿Cómo sentenciar entonces que el capitalismo liberal es nefasto, y el comunismo y la incautación del mérito y la propiedad ajena la panacea de libertad y prosperidad? Y las banderas de la España eficiente y del liberalismo progresista siguen sin ser desarrolladas políticamente.

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