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Portavoz de IU en el Ayuntamiento de Gijón

El presupuesto: una oportunidad para Gijón

El fracaso de un gobierno alternativo de izquierdas no debe suponer la política del "cuanto peor, mejor"

Xixón acaba el año con una certeza: el Ayuntamiento tendrá presupuesto en 2017 para hacer frente a los retos y las necesidades del concejo. Y lo tendrá porque hubo quienes entendimos que una segunda prórroga presupuestaria era un escenario que Gijón no se podía permitir. Prorrogar una vez más el presupuesto de 2015, cuya aprobación fue facilitada entonces por la abstención del PSOE, hubiera supuesto contar con menos recursos para desarrollar políticas públicas y hubiera significado, con toda probabilidad, una legislatura completa en estado prorrogado.

Esquivar la política de ajuste que hubiera supuesto una nueva prórroga y dotar al presupuesto de un marcado carácter social han sido los dos objetivos de Izquierda Unida en el proceso de negociación presupuestaria. No hemos querido situarnos en el no por el no ni en las trincheras. Nuestras aportaciones al presupuesto responden al desarrollo de una oposición crítica y exigente, pero también constructiva, dialogante y con capacidad de negociación, que nos ha permitido contribuir a que Gijón tenga en 2017 un instrumento útil con el que dar respuesta a las necesidades de las gijonesas y los gijoneses y que deberá ser el gobierno quien dote de eficacia.

El presupuesto de 2017 es mejor que el de 2015. Y lo es porque incorpora las propuestas de los agentes sociales en materia de dinamización económica y creación de empleo en el marco de los acuerdos de concertación; porque incluye inversiones por valor de 8 millones de euros que han sido decididas directamente por el movimiento vecinal y las ciudadanas y los ciudadanos a través de procesos participativos; porque recupera la regla del 0,7% en políticas de Cooperación Internacional y Ayuda al Desarrollo y los programas de Memoria Democrática que habían sido abandonados desde 2011; o porque vincula compromisos de financiación para nuevos programas sociales hasta alcanzar un presupuesto de 24 millones de euros, un 41,67% más de recursos en materia social que en 2015. En definitiva, es un presupuesto mejor porque no es un presupuesto sólo del gobierno: es un presupuesto plenario, de mestizaje político y social, que incorpora medidas innovadoras como el "Plan de Emergencia Social. Renta Social" con el que pretendemos que ninguna persona o familia viva en Gijón con unos ingresos inferiores a 532,51 euros al mes, y que prioriza las inversiones ligadas a las reivindicaciones vecinales en los barrios y parroquias del concejo.

Xixón tendrá en 2017 el presupuesto posible, que no es el presupuesto de Izquierda Unida ni el presupuesto de la izquierda. Pero el fracaso en la articulación de un gobierno alternativo al de Foro no puede tener como consecuencia la política del cuanto peor mejor: el fracaso de la izquierda no lo pueden pagar Gijón y los gijoneses. En Izquierda Unida hemos optado por la altura de miras que permita que Xixón, y no su gobierno, tenga un balón de oxígeno con el que dar respuesta a las necesidades de las personas que más lo necesitan.

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