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La esquina

Despacito y buena letra

El nuevo plan de tráfico que la municipalidad gijonesa quiere poner en marcha el año que viene es un síntoma de que el equipo de gobierno se mueve más de lo que parece. Es bueno para la ciudad afrontar cambios en asuntos tan delicados como el del tráfico y el transporte urbano en autobuses públicos. La reducción de la velocidad permitida a los coches es, a primera vista, el cambio más relevante, aunque sin duda habrá quien diga que en La Arena y Laviada se circula a esa velocidad o un poco más alta. La reducción de la velocidad se centra en reducir los índices de contaminación, que tampoco parecen excesivos o alarmantes. Las ciudades van hacia donde van y Gijón no quiere ser la excepción; van hacia la supresión casi total del tráfico rodado, con las excepciones de los transportes públicos o las bicicletas. A la vista de los primeros detalles del plan hay que recomendar despacito y buena letra.

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