La anunciada previsión oficial de que harán falta fincas de mil metros cuadrados en el rural gijonés para poder construir una vivienda, sea de primer uso, segundo o decimonoveno, ha hecho reaccionar a los vecinos de los bellos parajes que rodean Gijón, que prevén el abandono de fincas con los consiguientes perjuicios. El empeño oficial en meterse en la vida del ciudadano no decrece; al revés, va en aumento. A veces da la impresión de que las administraciones piensan que cada ciudadano es un millonario escondido detrás de una pradera o de un piso. Ahora se anuncia que Hacienda va a ser más considerada con los contribuyentes de "cierta edad", que es no decir nada, y si fuera decir algo, a buenas horas. Las promesas electorales de beneficiar a los contribuyentes se quedan en nada porque no hay dinero para tanto gasto inútil de unas administraciones ajenas al ahorro y al gasto razonable.
