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Coportavoz de Equo Xixón | Miembro de la Asociación de Amigos de la Bahía de Gijón

El intríngulis de la Ería del Piles (II)

El cebo de una "miniplaya verde" y la expropiación del Ricks para construir 145 nuevas viviendas en la franja costera

Ayer vimos lo que ocurrió con los proyectos grandonistas y fracasados del PSOE para asaltar la Ería del Piles sin mencionar siquiera la única operación efectivamente realizada, la "Urbanización del Rinconín", impulsada por Areces en compañía de su amigo Silverio Cañada, para tender una cabeza de puente que facilitara la urbanización completa a la Ería del Piles. El artículo de ayer, con lo que ahora acabamos de señalar, resume la gestión del socialismo municipal del último espacio sin cementar de la bahía de Gijón, esto es, una sucesión de operaciones reales o virtuales -aquellas que no salieron adelante- a mayor gloria de empresas afines y empresarios amigos que acabaron con pobres resultados pero dejaron abierto el camino del gran objetivo municipal que siempre fue conquistar para el ladrillo y no para el ciudadano la milla del Piles.

Así que volvamos a este espacio matriz del urbanismo costero gijonés, ahora ya con Foro al frente del Ayuntamiento. Para empezar, el gobierno de Moriyón siguió con la anterior segregación hecha por el PSOE de la Ería del Piles, decisión administrativa que no se revirtió a pesar de la fallida finalidad talasoterapeútica que iba a tomar forma de "Salamandra". Así quedó dividida la Ería, por un lado el PERI 100 del Piles, y por otro el resto de la unidad asta el Sanatorio Marítimo, el llamado PERI 11, que a su vez había quedado subdividido en el fallido plan de 2011 en dos partes: una, la zona del Ricks; y otra la del Bellavista y las oficinas de Ingemas (antiguo merendero Casablanca). Para ambas partes de este PERI 11 un Pleno municipal decidió en diciembre de 2015, contrariamente a la propuesto para el colindante PERI 100, abandonar la idea de ordenarlas por un Plan Especial (llegó a existir uno de la época del PSOE realizado por Dolmen Arquitectura) e incluirlas en la revisión de todo el PGO de Gijón.

Como es marca de la casa, las razones para diferenciar el tratamiento entre ambas parcelas contiguas nunca han sido explicadas, pero podemos imaginar que con esas nuevas divisiones y subdivisiones parcelarias lo que pretendían era facilitar las operaciones urbanísticas. Ciertamente el asalto a la Ería del Piles, el gran pelotazo urbanístico de Gijón, se convertía en una verdadera obsesión para el gobierno de Foro y sus malas compañías.

En el nuevo PGO que está en fase de alegaciones, este espacio del PERI 11 queda aún más fragmentado, siendo dividido ahora en cuatro partes. Una primera es la parte de Ingemas y el Bellavista, en la que dada su elevada volumetría al lado del mar -volumetría autorizada en años anteriores- llegó a existir un plan para dejarla fuera de ordenación e incluso retranquear esos edificios, pero finalmente los propietarios ganaron una sentencia contra el Ayuntamiento para que fuera considerado suelo urbano consolidado.

La segunda parte que han desagregado es la llamada Piles-Sanatorio Marítimo 11B, donde actualmente se ubican unas casas bajas antiguas que en principio se pretendían derribar y que ahora en cambio proponen no solo no tocar sino que se les ofrece la posibilidad de construir un edificio de 20 viviendas de 100 m2, una edificabilidad nada menos que del 0,61, más del doble de la habitual en la zona.

La tercera es la del viejo edificio del Ricks, que dejan aislado dentro de una zona verde y que pretenden tirar, expropiando y realojando a los vecinos en la cuarta parcela prevista.

Y es precisamente en esta cuarta parcela donde, con el cebo de una miniplaya verde en el frente marítimo exento ahora -se supone- del edificio del Ricks, se podrán construir -atención, donde ahora solo hay huertas y fincas- nada más y nada menos que 14.550 m2, que dan para edificar la friolera de 145 viviendas de 100 m2 o aproximadamente unas 210 de 70 m2., es decir, la impresionante edificabilidad equivalente a siete Ricks, repartida en cinco edificios de cuatro alturas más ático. Así que la visión "bucólica" de espaldas al mar desde los minijardines será un nuevo vial lleno de coches aparcados en batería y detrás los enormes mamotretos de hormigón. Así se quiere destrozar esta parte de la Ería.

Más todavía, esta aberración se complementa con planes de nuevas carreteras, rotondas y aparcamientos "en batería" a los dos lados de la carretera de La Providencia hasta el final del hotel Begoña Park, que harían desaparecer las pequeñas franjas verdes a ambos lados de la misma y que van a cambiar definitivamente la fisonomía de la zona. Como también lo haría el desvío del tráfico de la Feria de Muestras por el extremo del "parque inglés" hacia Somió si prosperara la propuesta de la Cámara de Comercio, que al final supondría que el tráfico de la Feria entraría en la ciudad para colapsarla más aún en el mes puntero de agosto.

De esta manera la zona en torno a la hipotética miniplaya verde -gran señuelo de la operación- quedaría bloqueada por esos edificios y viales, y el pelotazo ladrillero de Foro se habría consumado a mayor gloria de los especuladores urbanísticos que en comandita con el gobierno municipal habrían realizado la gran operación a costa de destrozar la mejor zona -y la última del paseo marítimo- para el ocio y disfrute de los ciudadanos y paseantes gijoneses.

Por otra parte, en la parcela cercana al Piles conocida como el PERI 100, los mismos accionistas de la sociedad Astur Promotora que en efecto promovieron el hotel Abba, decidieron hace tiempo cruzar la carretera y comprar terrenos enfrente del hotel para llenar nuestra Ería del Piles con un centro comercial, nuevos hoteles, apartahoteles, incluso oficinas y demás servicios ubicados en la misma orilla de nuestra bahía y nuestros pedreros, operación que según Foro, PSOE y Ciudadanos, los partidos que han votado a favor de este PERI 100, apoyan por "el interés general".

Pues bien, esta misma sociedad nos ha entretenido durante varios años con otra maqueta, en esta ocasión de una torre hito de 15 plantas que "dialogaba" con la iglesia de San Pedro. Este proyecto con el paso de los años rebajó la altura a 11 plantas, y más tarde la sociedad renunció a la torre hito pero no a la edificabilidad, que en la aprobación de este pasado 1 de agosto se mantuvo -"obviamente" remarca el propio texto- ahora distribuida entre varios volúmenes, favoreciendo así de nuevo a los promotores de la misma. Edificabilidad que en la ficha del PERI 100 siempre había aparecido con el 0,30 de la superficie neta -9.860 m2- y en la última modificación se calcula sobre la superficie bruta -11.511 m2-, es decir, se añaden por arte de magia otros 1.651 m2 más a la causa de Astur Promotora.

Y como no hay dos sin tres, en esa aprobación el Ayuntamiento decidió atribuir a esta parcela el 100% del aprovechamiento lucrativo en lugar del 90% habitual, es decir, el gobierno municipal renuncia al 10% que según ley le correspondería como propiedad municipal con la disculpa de que supone un coste extra rehabilitar ese espacio degradado.

No hay que olvidar que un juez acaba de anular este pasado verano la renuncia del Pleno a cobrar 800.000 euros por el PERI de Santa Olaya, la cuantificación monetaria de ese mismo 10% de ese otro PERI, tras un recurso realizado por el propio PSOE argumentando que no había suficiente explicación a esta renuncia. En cambio, en el caso del Piles, el PSOE defiende junto a Foro esta misma renuncia "por facilitar la actividad económica y la generación de empleo", según las propias palabras de una concejala socialista.

Como decía la alcaldesa, es obvio que es un clamor el estado de abandono de la zona, pero hay que decir que este entorno está degradado por la desidia del propio Ayuntamiento durante todos estos años, pues nunca ha obligado a los dueños a mantener decentemente ese espacio. Y para mostrar hasta dónde ha llegado esta desidia municipal basta decir que el Consistorio tardó cuatro años en imponer una simbólica multa de 1.500 euros a Astur Promotora por no cumplir con su obligación de garantizar el buen estado de una vivienda, el cierre de una finca y los trabajos de desbroce, limpieza y mantenimiento de esa zona enfrente del hotel Abba. A nadie se le escapa que permitir durante todos estos años la degradación de ese espacio emblemático del paseo marítimo gijonés ha sido posible gracias a la complicidad municipal, que incluso lo ha utilizado como almacén de obras para degradarla aún más, con el objetivo último de que los gijoneses aceptaran la intervención urbanística en ese espacio emblemático.

Pero sigamos con la hoja de parra del manido "interés general", que fue lo que esgrimieron todos los partidos políticos -con la excepción de XSP- para votar favorablemente en diciembre de 2015 dos cosas: primero, una modificación puntual del último PGO vigente; y segundo, tramitar de forma simultánea este PERI 100 del Piles. Conviene recordar que el PGO hasta entonces vigente era el de Rañada de 1999, autor también del primer plan de la democracia de 1985, y coautor también del Plan Especial de Protección Paisajística de la Costa Este, donde decía que "la costa Este es la única línea costera que Gijón posee, y debe por tanto ser cuidadosamente administrada para uso y disfrute de los ciudadanos que mantienen una peculiar relación afectiva con ella".

Lo cierto es que en lugar de esperar a la revisión en curso del PGO de todo Gijón, que ellos mismos aprobaron inicialmente dos meses después, en febrero de 2016, el gobierno de Moriyón decidió agilizar la tramitación del PERI 100 separadamente del resto del PGO y además del resto de la unidad de la que había sido desgajado anteriormente. Este nuevo PGO está teniendo una tramitación llena de irregularidades. Para empezar fue destituido sin ninguna explicación pública el arquitecto jefe municipal por hacer un informe crítico al respecto y poco tiempo después se producía la extraña marcha de la mayoría del equipo redactor. Para seguir el PGO está ahora en una forzada segunda exposición pública tras numerosos errores y cambios sustanciales.

En resumen, siempre se repite la misma historia en el urbanismo gijonés. No hay un poder político que, cumpliendo sus funciones de ordenar el territorio en interés y con la participación de todos, adopte decisiones en atención a ese interés público, con independencia de cuáles sean las aspiraciones o expectativas de los propietarios de los terrenos. No. Aquí lo normal es que los promotores, en este caso la familia Iraculis y el abogado Menéndez Barreiro; en otros, como la parcela PERI 11 A del Ricks, empresarios como Tascón, propietario del hotel Begoña Park construido a la sombra del pelotazo de la urbanización del Rinconín, vayan comprando terrenos (en esa zona los de La Jabonera, del Rocamar, del merendero de la Florida, del bar-merendero Aurora) para después ser mayoritarios en las Juntas de Compensación que luego "negocian" directamente con el Ayuntamiento las propuestas de ordenación que convienen a sus particulares intereses.

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