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Meditaciones | desde Paraxes

Celsa Díaz

Capricho poselectoral

Donde los interesados auguran alarmados que la tierra se abrirá bajo nuestros pies para llevarnos al abismo del caos y el desgobierno, yo veo más bien abrírseles las carnes de espanto ante su debacle electoral. Y si no, ahí están Aznar y Susana Díaz como vanguardia de las estentóreas zancadillas a sus respectivos secretarios generales. En nuestro maltrecho, chamuscado y contaminado Paraíso Natural el cabreo es mayúsculo. Ni la FSA, acostumbrada a campar por sus anchas, ni IU, perpetuo socio de gobierno, digieren con elegancia que un grupo de advenedizos de la política hayan aglutinado a una ciudadanía harta de pasteleos chuscos. Y en vez de tomar omeprazol, alimentan úlceras presupuestarias. Curioso que la incapacidad negociadora con Podemos -a quienes presentan cuentas ya elaboradas- haga preferible prorrogar unos presupuestos pactados con el PP, mientras acusan a los morados de estar a partir un piñón con nuestra fantasmagóricamente amalgamada derecha ¿No será que algo se está haciendo muy mal?

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