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Meditaciones | desde Paraxes

Celsa Díaz

Sociología comparativa

Como ya se ha escrito, las concomitancias entre el sablazo de Félix Millet -ex presidente de la fundación del Palau de la Música- a sus consuegros y el de María Jesús Otero -otrora directora general de Planificación en la Consejería de Educación- a sus ¿amigas? es evidente. Aunque compararnos con la sociedad catalana ilustra sobre nuestra particular idiosincrasia. Al primero lo perdió el glamuroso terciopelo granate de las butacas, a la segunda la formica verde de los pupitres. Mientras Jordi Pujol aseguraba el futuro de su extensa prole con complejas operaciones financieras, José Luis Iglesias Riopedre prevaricó para que su retoño hiciera "furacos" en las huertas. Quizá el pertinaz desprecio de nuestra clase política hacia lo asturiano haya hecho mella en su código genético, asumiendo en sus acciones y actitudes el "paletismo" que le adjudican. Y si hasta la más rancia derecha catalana habla con soltura su idioma, nosotros tenemos que aguantar a Cherines despreciando públicamente su propia lengua. ¡Bona selmana de les lletres!

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