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Banderas contra el orbayo

Estos días andan con la polémica a vueltas de permitir llevar a la final de la Copa del Rey la estelada. A mí la verdad es que las banderas me gustan bastante poco, en general, ya tuve bastante con aprenderme las capitales del mundo como para saber también los colores de las banderas. Pero una bandera puede salvarte la vida. A mí precisamente la de Asturias me arropó varias veces cuando la noche y la sidra hicieron de las suyas en alguna fiesta de prao. Me arropé en azul con su cruz en amarillo y oye, no sé si eran las ganas de sueño o las de sentirse arropada, pero a mí la bandera asturiana me ayudó a sobrellevar las resacas envueltas en cariño. No veo yo el problema de llevar una bandera encima, ni un paquete de clínex o una montera picona. Mientras haya respeto no pasa nada. Y eso sí, no pienso discutir con nadie por quedarme su estelada, ni por fútbol. Pero que la bandera te cobija del orbayo, eso es verídico.

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