Este último martes de abril es día de fiesta en Salas y todo su concejo. Quedan los pueblos más vacíos que de costumbre porque los vecinos bajan a la villa para hacer mercado y, sobre todo, para ver en La Recta lo más selecto del ganado que produce el municipio -el séptimo de Asturias en el censo vacuno- en el certamen comarcal de la raza asturiana de los valles -el ganado "roxo"-, que concentra y exhibe más de un centenar de vacas, novillas, toros y hasta algún xatín que viene al mundo entre la paja en la que se acomodan los animales durante los tres días que dura el concurso.
Y van ya cerca de cincuenta años de historia de esta demostración de lo que ha sido y es la ganadería de Salas. Durante muchos años, el concurso aglutinaba ganado de producción láctea -la vaca pinta o frisona-, pero se ha optado, con buen criterio, por volcarse, en esta iniciativa ya histórica del Ayuntamiento salense, por la raza más representativa del concejo, esto es, la vaca "roxa".
No es una feria esta de Ferias de Salas en la que el ganado esté a la venta, aunque si hay una buena oferta no están los tiempos como para desperdiciarla. Más de una decena de ganaderías del concejo especialistas en la cría de las reses de producción cárnica acuden con lo mejor que tienen en sus cuadras y, aparte del Ayuntamiento, el sector del comercio local aporta trofeos y otras distinciones para que los galardonados regresen con los premios en metálico pero también con placas y copas que el ama de casa instala en el aparador del comedor y que limpia de vez en cuando con algún producto embellecedor y, sobre todo, con un trapo inmaculado que puede ser una camisa vieja pero recién lavada.
Y, aquí, el cronista, que suele andar con frecuencia por las casas de alguno de esos ganaderos, queda maravillado cuando le enseñan las vitrinas de los trofeos conseguidos en anteriores ediciones por esos ganaderos ejemplares, con una vocación a toda prueba, como son Jesús el de El Barrio de Mallecina, Diego de Valderrodero, Eloina de Vegacebrón, José Manuel Iglesias de Borducedo y Manolo Campomanes de Gallinero, si bien éste último ya no acude con sus buenos ejemplares porque da la casualidad de que, como teniente de alcalde, tiene el cargo de director de este certamen de Ferias de Salas. Honradez y limpieza totales.
Este concurso ganadero de Salas tiene como objetivo fundamental estimular a los ganaderos de todas las edades pero especialmente a los jóvenes, que puedan estar dudando, ante las dificultades que presenta actualmente el dedicarse a este oficio, si coger las riendas de la casería de sus progenitores y seguir en el pueblo venciendo todas las dificultades que se presentan, que son muchas, y algunas de reciente planteamiento, como el hecho de que ya no se puede dejar el ganado pastando en el monte porque los lobos llegan hasta las mismas caserías. Y, además, existe el diferencial entre los precios de coste de mantenimiento de la vaca "roxa" y a cómo se paga la res al ganadero y lo que abona el consumidor. Pero esta es otra historia, y hoy son Ferias en Salas y, por tanto, un día para pasarlo bien y no preocuparse de los problemas, al menos hasta mañana.
