Que se maquillan las listas de espera sanitarias es un hecho cierto que cualquier usuario conoce, por mucho que los políticos lo nieguen, juren (o prometan) y se rasguen las vestiduras. Se maquillan porque, hecha la ley, hecha la trampa, los tiempos empiezan a contar o dejan de hacerlo cuando le viene bien a la Administración (se anulan citas, se retrasan los preoperatorios, se aplazan pruebas, los resultados no llegan...). Lo cierto es que desde que el médico decide que hay que intervenir hasta que se interviene suele pasar demasiado tiempo. Eso si el especialista -que de todo hay en la medicina, como en todas las profesiones- no le hace el juego a la Administración y da largas al paciente o le dice que es mejor no operar, o que para qué va a hacerlo si va a quedar igual o que se le puede reproducir lo que sea que tenga o que a su edad ya no merece la pena... En el Oriente hay pacientes esperando a operarse desde hace más de un año. Demostrable.
