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El Puentón

Nuevo año, viejos problemas en la comarca

Muchas de las reclamaciones del Suroriente asturiano siguen sin ser satisfechas pese al paso del tiempo

Se divisa en el horizonte un nuevo año, pese a que buena parte de los problemas que asuelan a esta comarca del Oriente del Principado de Asturias continúan enquistados y con escasos visos de solucionarse a corto plazo. Parece, a tenor de cómo hablan los mandamases de la comunidad autónoma, que casi todo quedará programado para el siguiente ejercicio, el de 2018, fecha en la que las efemérides estarán a la orden del día en este rincón del Paraíso Natural, con motivo de la conmemoración del centenario de la creación del primer Parque Nacional español y también, aunque en otro ámbito, del primer centenario de la coronación canónica de la Santina, patrona de todos los asturianos.

Mientras, en estos coletazos finales del presente ejercicio 2016, estamos a la espera, como si de una lista se tratara, de que las administraciones públicas acaben por hacerse eco de las cansinas reivindicaciones del ala oriental asturiana. Así, sin ir más lejos, crece la preocupación ante los derroteros que viene tomando el Hospital Comarcal del Oriente "Francisco Grande Covián", localizado en Arriondas, sumido en una profunda crisis por la falta de inversiones y la escasez de personal para atender con garantías a la ciudadanía de la comarca. Otro tanto de lo mismo, salvando las distancias, es lo que acontece en el Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción, en Cangas, que reclama más medios y mejoras.

Si alarmantes son esos asuntos de calado, en estos casos concretos en materia sanitaria y judicial, no sé qué "palabro" utilizar para que sus señorías asuman de una vez el acondicionamiento del puente Emilio Llamedo Olivera, sobre el río Sella, que une Parres y Cangas de Onís, principal vía de acceso a Arriondas. Hasta la fecha todo han sido infructuosas reclamaciones ante los organismos competentes. Aún más: considero muchísimo más prioritario el tema del vetusto puente de Les Piragües que el retomado "furacu" del Fitu, por mucho que los socialistas se apunten ahora al carro de las tesis defendidas no hace tanto por Izquierda Unida de Parres.

Dicho esto, me encrespa el ninguneo en el que se encuentra el suroriente a la hora de reclamar una actuación contundente en la carretera N-625 (León-Santander por Cangas de Onís). Sí, sí, la del Pontón, una "caleya" de titularidad estatal que pide a gritos una mejora en condiciones. Por otro lado, qué decir de la N-634. En el tramo entre Arriondas y Ribadesella se registra accidentes circulatorios que en muchos casos es probable que hubiesen podido evitarse de actuarse sobre el deteriorado pavimento de la susodicha nacional. Temo que ese dilema también se repita en otras vías de la red estatal y en ello, en cuanto a solución, prime sobremanera el cambio de "cromos" a tenor de los colores políticos de cada comunidad autónoma y su sintonía con el gobierno del PP.

Sea como fuere, tampoco podría dejar en el tintero el asunto tan cacareado que afecta al Santuario de Covadonga, con su Patronato del Real Sitio y Gruta. ¿Dos millones de visitantes? Perfecto. ¿Y la imagen que perciben del entorno? En mi modesta opinión, deficiente. Tan sólo observar la perentoria necesidad de actuar en ese maravilloso enclave, peatonalizando la explanada alta del Real Sitio y poniendo en marcha un sistema de lanzaderas -fines de semana fuera de la campaña de verano- desde el parking de El Repelao hasta los mismísimos aledaños de la entrada a la Santa Cueva. Evitemos las caravanas automovilísticas ofreciendo alternativas cómodas, a la vez que nada gravosas.

Un año más, y van unos cuantos, parece que todo se remontará a escribirles la carta a los Reyes Magos para ponerles al día de la dejadez en la que está sumida buena parte de la comarca suroriental asturiana. Habrá que aprovechar la misiva navideña para recordarles a los Reyes de España que aún queda pendiente la toma de atributos de la Princesa de Asturias, doña Leonor, quizás en Covadonga, una visita que se espera como de agua de mayo en el área de influencia de los Picos de Europa. Ojalá se celebrase de inmediato ese protocolario acto para ver la rapidez con la que empezaban a moverse las máquinas -no sólo para atajar el "argayu" de la senda de Muñigu-por la zona de Covadonga y, por ende, del parque nacional, para dejarlo todo, o casi todo, en óptimas condiciones.

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