A José Antonio: Hacía algún tiempo que sabíamos que cualquier día te irías, que llevabas trabajando ya un buen montón de años y que como se suele decir, bien merecido te lo tenías? Y, bueno, como quien no quiere la cosa, ese día ha llegado.

Lo primero que queremos decirte es que en el departamento te echamos de menos. Han sido un montón de años de compartir muchas cosas: reuniones, guardias, excursiones, teatros y cafés, muchos cafés de esos en los que arreglábamos el mundo y en los que el camarero te miraba pensando, "este está loco" cuando preguntabas ¿nos pinchamos? (actividad que consistía en tomar un pincho a medias)

Echamos de menos el llegar cada día al "insti" y saludarte con un "muy buenas" y que contestaras con tu famosa frase, que siempre hacía reír a alguien que nunca la había oído antes: "Buenas hay pocas"

Echamos de menos tus largas y completas explicaciones, que por algo la periodista de LA NUEVA ESPAÑA te definió en su artículo como "el profe que lo sabe todo".

Echamos de menos las colas en los recreos de alumnos para darte los famosos libros, colas que aumentaban cuando se acercaba la evaluación, y te convertían en el profe más buscado del insti, el verte andando por los pasillos cargado con veinte cds de drivers, placas base y anti virus? Echamos de menos tu paciencia infinita con los alumnos y tus chistes tan británicos, tus horas y horas de dedicación al departamento, al centro y a los demás profesores, pues te caían todos los chollos de nuestro ordenadores.

Ya no vamos a ver circulando por las aulas esos cuadernos sin muelle, que el de la librería identificaba rápidamente como "los cuadernos de Martos". Y de una cosa puedes estar seguro, por muchos años que pasen y por muchos kilómetros que nos separen, no podremos oír la palabra "bachiller" o coger un cuento de Caperucita Roja" e ir a mirar si el lobo camina a dos o a cuatro patas y si va o no va vestido, sin acordarnos de ti. Así que recibe todo nuestro cariño en esta nueva etapa de tu vida y te deseamos que sea, por lo menos, tan feliz como la anterior.

A María Jesús Rodríguez: Como dicen los ingleses, "last but not least", es decir, por último, pero no por eso menos importante, no podemos dejar de mencionar a nuestra querida secretaria María Jesús, a la que torturamos durante años y a todas horas, pidiéndole desde un rotulador a un justificante de faltas y que siempre se desvivió por atendernos a todos, con una sonrisa en los labios.

En tantos años de convivencia, llenos de buenos, regulares y difíciles momentos, jamás la oímos ni levantar la voz ni protestar! Y como en su momento no lo hicimos, pues, es triste pero es verdad, que el trabajo de los buenos profesionales pasa normalmente, no desapercibido pero si desagradecido, queremos aprovechar este momento para decirle gracias.

Gracias María Jesús, por tanto tiempo que nos dedicaste a todos.