No esperaba encontrarme ofendido por unas declaraciones hechas en LA NUEVA ESPAÑA el día 13 de junio por el director médico del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), Miguel Javier Rodríguez Gómez. En ellas decía: "Este hospital tiene un serio problema por la poca identificación de la plantilla con la empresa que le da de trabajar y de comer".

Somos muchos como yo quienes, desde noviembre de 1980, venimos poniendo lo mejor de nosotros al servicio del Insalud antes, y ahora Sespa. La llegada al nuevo hospital y su éxito no ha sido gracias a su planificación y sí gracias al esfuerzo de los trabajadores que, sin que se les hayan facilitado ni los medios ni la formación adecuada en tiempo y forma, han sacado lo mejor de cada uno para conseguir el traslado y que se pudiera funcionar con las mínimas infraestructuras que encontramos al llegar al nuevo HUCA. Quizá sea usted el que está poco identificado con los trabajadores y el hospital y debiera visitar los diversos servicios y oír de boca de los trabajadores las deficiencias que se subsanan con el buen hacer de los profesionales de cada servicio.

También debiera hacerse eco de las condiciones de trabajo que se vienen dando, que en casos muy puntuales son propias de países en los que no hay derechos laborales por las formas de trabajo y los jefes / jefas nombrados, que sin una mínima educación y con poca formación ejecutan órdenes confusas y de forma poco apropiada. Éste no es el caso de mi servicio de oncología médica, en el que por lo menos a los administrativos que prestamos servicio se nos agradece la atención prestada.

Si, como dice, la plantilla no está identificada con la empresa, es su obligación identificarlos y adoptar medidas; será un tanto por ciento muy pequeño a los que usted se refiere, no nos ofenda a todos.

Es obligación de todos contribuir al buen funcionamiento, pero algo está fallando: el personal pide cambios de puesto de trabajo y traslados, la plantilla se va a resentir en los próximos meses. En la conciencia de una mayoría está seguir adelante con este proyecto, pero tenemos que ser todos.

Fuera del contexto de expresar mi malestar por sus declaraciones, me hago eco de los comentarios de una gran parte del personal que tiene cierto grado de cabreo con el tabaco -mejor dicho, con los fumadores- y no se atreven a expresarlo. Basta que dé un paseo por el hospital y afueras, ¡qué sorpresa, cuánta gente y hasta jefes / jefas en la puerta del servicio apurando una calada y luego otra y otra! Y los demás trabajando.