Se me venía encima un finde en el sofá zapeando por esos canales sin Dios, para sufrir el desafuero de Puigdemont, con quien emparento en lo de Mont, y me eché al monte con Pablo Lavilla y Emma Álvarez, más que guía de Somiedo, con sede en la Pinietsa. Salimos del Valle hacia el Lago, en el Rechayu, cruzamos el río y tomamos el camino de la sombra, los tejos del Veneiro, corros de Murias Tsongas, León por el Collau de Paredina, Fuentes del Sil, las faldas meridionales del Cotalbo y la cumbre de Orniz (2.191m.), desde donde vemos todo con otros ojos. Por una forca caemos al norte, el laberinto de las Morteras entre rebecos, bajamos al Lago con cuidadín, a la vera de un salguero comulgamos tortilla de patata; entre abedules, hayas y robles llegamos al Valle, brindamos con tinto y Casera en El Cobrana, y enriquecido de gracias y virtudes alcancé mi sofá de Oviedo. Zapping de alta montaña que me reconcilió con la vida.