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El primer debate, prueba de fuego para el multimillonario

Cleveland acoge el jueves un cara a cara entre los diez - contrincantes republicanos

Los diez candidatos que aspiran a representar al Partido Republicano en las elecciones presidenciales de 2016, entre ellos Donald Trump, Jeb Bush (exgobernador de Florida, hijo y hermano de expresidentes) y el senador cubano-americano descendiente de asturianos Marco Rubio, celebrarán el próximo jueves, 6 de agosto, el primer debate televisivo en Cleveland (Ohio), el Estado donde se ganan y pierden las elecciones. Los anfitriones del debate son los canales Fox News y CNN, de perfil conservador y progresista, respectivamente.

En 90 minutos los candidatos responderán cuatro o cinco preguntas, con el alto riesgo de que Trump y su verborrea copen el tiempo, sin dar tregua al resto de contrincantes. A los asesores del partido del elefante les preocupa que la cita quede reducida a un potente show en torno a Trump. No es para menos. El megamillonario, por el que nadie daba un dólar, lleva semanas escalando puestos en las encuestas, algo que ha aumentado aún más un ego nada modesto.

La estrategia agresiva, sustentada, entre otros, por Hope Hicks, con ataques con tonos racistas contra los emigrantes mexicanos e hispanos y contra el senador John McCain, le ha colocado en una especie de podio entre los votantes del ala derecha del partido de la derecha.

Trump supera a Bush, que lleva días encerrado ensayando simulaciones de debates con sus asesores.

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