Cuenta una leyenda milenaria oriental que todas las almas gemelas están unidas desde que nacen a través de un hilo rojo. Según este mito, también conocido como el Hilo Rojo del destino, los dioses atan la cuerda en el meñique de las personas que están destinadas a conocerse. El hilo puede estirarse, si las almas gemelas se alejan, o contraerse cuando se acercan. También enredarse cuando aparecen obstáculos en el camino y anudarse cuando las personas predestinadas se distancian más de lo esperado. Pero el hilo rojo nunca se rompe.
La historia tiene dos versiones. En China, dicen que el Abuelo de la Luna sale cada noche y pasea por la Tierra para encontrar a los recién nacidos. Es entonces cuando les ata la cuerda en el dedo meñique, predestinándolos de por vida. En Japón, la historia cuenta que fue un emperador caprichoso el que ordenó a una hechicera que buscara a su amada con la ayuda del hilo del destino.
En Occidente, el mito se ha popularizado a través de la literatura. Es el caso del libro "El hilo rojo", en el que Ann Hood narra varios relatos de adopciones en China a través de la conexión de padres americanos con sus futuros hijos orientales. Es una versión del mito original, que se ajusta estrictamente a las relaciones de pareja.
