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Lista de reproducción

El "pelotazo-sound"

Mariah Carey.

En los años 1993 y 1994 (en España más en 1994) Mariah Carey triunfaba plenamente con "Without you", que, por estos lares había sido en su día "Vivir", de Harry Nilsson, la gran voz lírica del pop junto a la de Roy Orbison, que diría John Lennon.

Nilsson era el mismo de la melancólica y triste pero bellísima canción de la película "Cowboy de medianoche", "Everybody's Talkin". Bien, Nilsson enganchó otro par de generaciones gracias a Mariah Carey en ese periodo citado. ¿Y qué pasaba en España en esos tiempos? Pues empezaba el declive de Mario Conde, que finalmente lo dejaría entre rejas por primera vez. Fue una época central de la cultura del pelotazo, aunque abarcó varios años más, tanto anteriores como posteriores. Un tiempo en que la gomina de Conde empezaba a erizarse como si le hubieran metido una descarga, y la música daba para hacer una lista de reproducción cuando menos variopinta.

Mientras la gente guapa se disfrazaba en las discotecas de Marbella, Ibiza o Mallorca, las radios salpicaban al resto de los mortales (los asalariados de toda la vida) con Juan Luis Guerra, que había cambiado el rumbo de la música dominicana y el merengue con sus "4.40"; o "Revólver", por citar ejemplos variados. Dominaba mucho el mercado, pero mucho, Bryan Adams y, cómo no, "Roxette". También se había recuperado para aquellas generaciones y las futuras a "Aerosmith", que arrasaban con "Crazy", éxito que se alargaba de casi un año antes.

Todo este sonido era la conexión con el pueblo llano, currado y sufrido; sonido que seguramente también llegaría a oídos de los protagonistas del "pelotazo-sound", esas gentes que hacían caja sin pasar por la caja o metiendo la mano directamente en la caja. Que se rodeaban de macizas y macizos, de jóvenes de "polo cocodrilo", náuticos y paquete de Marlboro a la vista (lo otro, por razones de seguridad, lo llevaban discretamente escondido en una especie de monedero de plata en el que no iban monedas).

Alrededor de estas canciones sonaban los asuntos monetarios de Mr. Conde, del Banco de España o Ibercorp. Sería porque reinaba en las ondas, coches, vinilos y CD "Mr. Jones", de los "Counting Crows" (que en EE UU se lanzó un poco antes), una de las canciones más maravillosas del sonido que empezaba a instalarse en España (grunge y demás ritmos colaterales).

En ese año la cosa festiva, Juan Luis Guerra al margen, tuvo su pelotazo: "Demasiado corazón", de Willy Deville, que cantaría en un magnífico concierto en Gijón. Y, claro, los "Rolling Stones" no podían faltar y volvían a las listas con "Love is strong". Un año después, julio de 1995, "aparcarían" divinamente en El Molinón con la gira "Voodoo Lounge" .

En esos años del pelotazo nacional los fenómenos fans eran las "Spice Girls" (desde 1996), aunque en 1994 todavía dominaban "New Kids on The Blocks", que era todo un fenómeno desde finales de los ochenta. Y también mandaban lo suyo los "Backstreetsboys".

Ojo, que entre todo este modelo de pulcros de guante blanco se coló, y bien colado, "Camela", que se hincharon a vender discos durante los noventa.

Ciertamente se repite la historia de las corruptelas con uno de sus protagonistas, Mario Conde; justo a la par que aparece otro "sonido monetario", el "Panamá-sound", que tiene ya su himno para contrarrestar: "Pedro Navaja" ("Por la esquina del viejo barrio lo vi pasar / con el tumbao que tienen los guapos al caminar / las manos siempre en los bolsillos de su gabán / pa' que no sepan en cual de ellas lleva el puñal"). Pero con Panamá habrá para otra larga lista de reproducción.

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