El americano Kevin Mitnick es, quizás, el hacker más conocido del mundo y uno de los primeros en ganarse ese apodo. Con sólo 15 años descubrió un fallo en el sistema de validación de billetes de la ciudad de Los Ángeles y se dedicaba a viajar gratis por la red de autobuses. Ya en el instituto se entretenía "hackeando" centralitas telefónicas para hacer llamadas de forma gratuita. Durante los primeros años de la década de los noventa fue capaz de entrar en algunas de las empresas con mayores medidas de seguridad cibernética como Motorola, Nokia o Fujitsu. Tras jugar al gato y al ratón con la Policía fue condenado a pena de cárcel en 1995. Salió de entre rejas en el año 2000 con la condición de que, durante un tiempo, no se acercara a ningún equipo informático. Ahora ha rehecho su vida. Fundó una empresa de seguridad informática y ha escrito varios libros.
