Carmen Pérez Novo

El pensamiento manda

Una tarde memorable con Wagner y su ópera "Die Walküre", que se puede ver en Oviedo

Me encanta la música clásica. Y la ópera. Adoro las de Wagner. Durante estos días, podemos ver en Oviedo "Die Walküre". Yo la he visto el día 10 ¡Espectacular! La música, la orquesta, los cantantes. Ha habido momentos memorables, gracias a García Calvo, gran intérprete de Wagner, y a la gran calidad de los cantantes, en su conjunto -el himno de la primavera, la enfatización del dramatismo cuando Siegmund invoca a su padre por su nombre Wälse-, Wälse prolongando la agudeza de la nota hasta un límite increíble, los fantásticos duos de Wotan, con Fricka y con Brünnhilde, la música del fuego mágico?. Pero lo que me ha llamado especialmente la atención ha sido la puesta en escena. Ese "efecto dominó" que tan maravillosamente ha sabido representar Michal Znaniecki. Una sola ficha, puede hacer que todas las demás caigan ¡Genial! Señoras y señores, conociendo bien el guión que ha escrito Wagner, se puede disfrutar a tope de una tarde memorable con esta fantástica representación. Wotan, aunque celebra antes el amor que los prejuicios, acorralado por Fricka, ordena a Brunilda que asesine a Sigmundo, pero ella no obedece y bla, bla?. decisiones importantes que se superponen unas a otras y cambian los resultados.

Y eso es lo que nos sucede en la vida diaria. Pensamiento, emoción, decisión, acción y resultado. Así funcionamos en este planeta Tierra. Hasta hace unos años lo decían los iluminados. Ahora lo dice la ciencia: nuestros pensamientos crean nuestro mundo y su calidad es determinante para la de la propia vida. Si lo pensamos bien, tanto mejor. De hecho, el entusiasmo y la ilusión tienen la capacidad de favorecer las funciones superiores del cerebro. La zona prefrontral, el sitio donde tiene lugar el pensamiento más avanzado, donde valoramos alternativas, estrategias para solucionar problemas y tomar decisiones, está muy influido por el sistema límbico, o sea, el cerebro emocional. Por eso, lo que el corazón siente, la mente te lo acaba mostrando. O sea que saber pensar se convierte en una habilidad. Disponemos de las capacidades que nos permiten transformar nuestra vida y tomar el control sobre ella. Por eso, la vida es una creación y cada uno es el artista de su propia existencia.

Wotan, con estas decisiones, estaba ya creando el apocalíptico final: la caída de los dioses. Y cada uno de nosotros, con su propia vida, puede llegar a sembrar un vergel de rosas o un enredo de espinos.

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