Gijón, M. IGLESIAS

Unos 200 comensales se dieron cita ayer en la plaza de El Presi, en El Carmen, para celebrar las populares fiestas con el mismo nombre del barrio, El Carmen. Como ya viene siendo habitual desde hace cuatro años, los vecinos de la zona se reunieron en torno a una inmensa fabadona, que corrió a cuenta del centro social Sestaferia.

En esta ocasión, se prepararon 25 kilos de fabes y 50 de compango, que se repartieron entre aproximadamente 200 personas, que terminaron la comilona bien pasada la tarde. Para animar el festejo, banderines adornaban la plaza y la calle Numa Guilhou, donde se colocaron las mesas para recibir a los hambrientos comensales.

«Nuestro objetivo es celebrar una fiesta diferente al resto, pero con un toque tradicional», explicó uno de los integrantes de la organización Sestaferia, Iván Lago. La fabada, de carácter gratuito para todos los que quisieran, se subvencionó con la voluntad de cada uno. «La verdad que la aportación de los vecinos y la participación masiva se agradecen», dijo el integrante del centro social.

Según Lago, las fiestas del Carmen demuestran que «se pueden celebrar eventos con muy poco presupuesto y que supongan un día de confraternización entre la gente de la zona, sin necesitar de grandes medios económicos». Así, todos disfrutaron de una gran fabada entre amigos y conocidos del barrio.

Esta fiesta, que se realiza por cuarto año consecutivo, se lleva a cabo el primer domingo después del día del Carmen. «No tenemos cachivaches ni atracciones, pero nos lo pasamos bien», añadió el integrante de la organización Sestaferia.

Y es que durante la comida no sólo hubo la fabada, ya que todo se regó con sidra en abundancia y más comida, que aportó la gente del barrio. Empanadas o pasteles fueron sólo algunos de los entrantes previos a la fabadona.

Una vez terminada la comida, tuvieron lugar varias actuaciones de grupos de folclore tradicionales, así como un concurso de karaoke en el que participaron los vecinos más atrevidos de El Carmen.