Gijón, Óscar G. CUERVO

Cayetano Martínez de Irujo (Madrid, 1968) es uno de los rostros más conocidos que estos días se pueden ver en el hipódromo de Las Mestas. El popular jinete, querido y respetado por el público de Gijón, está cuajando una de sus actuaciones más brillantes dentro del concurso gijonés, donde ha realizado, hasta el momento, los cuatro recorridos sin ningún tipo de penalización. Amable y sonriente, no duda en atender a LA NUEVA ESPAÑA, aunque con una premisa: «Sólo hablamos de hípica».

-Es usted un clásico del concurso hípico gijonés. ¿Qué le transmite Gijón?

-Gijón es un sinónimo de hípica. Es una de las principales cunas de la equitación española en cuanto a concurso, cría... Gijón es un todo en la hípica.

-El Concurso de Saltos Internacional Oficial (CSIO) ha vuelto a Gijón. ¿Dónde prefiere que se realice?

-No varía mucho. El concurso de Gijón está totalmente consolidado, aunque quizá por algún que otro factor mejorable, como las fechas o los premios, ha dejado de ser un campeonato top de la hípica mundial. No quiero decir que Gijón sea un mal concurso o se hayan hecho cosas malas aquí, todo lo contrario. En Gijón se están haciendo las cosas muy bien, se está mejorando año a año, pero hay concursos que han explotado, que han mejorado de manera impresionante, como, por ejemplo, los Global Tour de 5 estrellas.

-Ha empezado muy bien el concurso de este año. ¿Cómo se encuentra moralmente?

-Muy bien, estoy muy contento. No recuerdo haber realizado tan buenos resultados en este campeonato. El concurso de Gijón es muy complicado, sus colores, sus recorridos, son siempre de una dificultad enorme. Haber realizado cuatro ceros de penalización con tres caballos diferentes es para estar orgulloso.

-¿Le gusta el calor del público de Las Mestas?

-Me siento muy arropado por los gijoneses, siempre me brindan su cariño. Además, noto cómo año tras año los conocimientos de hípica del público mejoran, y eso me llena de satisfacción. Antes la mayoría sólo venía al hípico a apostar, ahora, además de jugarse algunos euros, te dicen cosas sobre tu progresión, tu cuadra, tus actuaciones. Así es mucho más bonito.

-¿Vienen pisando fuerte las nuevas generaciones?

-Creo que se están haciendo las cosas bien en la Federación Hípica Española. Están guiando muy bien a los jóvenes jinetes, aunque no debemos tirar las campanas al vuelo. El buen hacer de la Federación debe continuar y seguir transmitiéndose a las generaciones que van detrás. Se debe crear una base sólida para que la estructura funcione, dando también un pequeño empujón a la cría de caballos para salvar el handicap de los caballos.

-Imagínese que tiene que ayudar a alguien a apostar. ¿A qué jinetes destacaría?

-Siempre he sido un mal apostante (risas), pero en Gijón siempre ha habido buenos caballistas. Personalmente, destacaría a Connor Swail, a Patrice Delaveau, a Michel Robert o a Jessica Kuerten.

-Aventure un pronóstico para la Copa de las Naciones.

-Creo que España hará un buen papel, aunque lleguemos un poquito justos. Seguro que España peleará sin problemas por el primer puesto.

-¿Qué pasará en la final de la Copa de las Naciones de Barcelona?

-No lo sé. Me parece lamentable que una competición de este tipo se dispute en una final en la que no cuentan los puntos que has ido consiguiendo a lo largo de la temporada. Es una auténtica lotería. Podemos llegar en cabeza a Barcelona y por culpa de esta vergonzosa regla nos la vamos a jugar en una especie de Copa de Naciones de un día en la que no cuenta el trabajo realizado durante todo el año.

-¿Le respeta más la prensa?

-Gracias a Dios, las cosas están cambiando. Por suerte, he conseguido situar este deporte donde le corresponde, dejando totalmente de lado la vida privada de las personas. En el Global Tour se ha marcado un antes y un después en el mundo de la hípica, allí conseguimos numerosas entrevistas diarias con todos los medios en las que sólo se trató de hípica

-Ahora que la prensa le respeta, ¿disfrutará un poco más del ocio gijonés?

-Saldré un poquito. Aunque la verdad es que el concurso es muy cansado, termina muy tarde y no te quedan muchas ganas de salir, aunque estoy seguro de que haré una visita a mis amigos de Los Potros.