Gijón, Ángel CABRANES

José Remis Ovalle sigue vivo en la memoria de los gaiteros. El que fuera uno de los intérpretes asturianos pioneros en difundir el folclore regional por todo el mundo recibió ayer un merecido homenaje en la plaza Mayor, con motivo del centenario de su nacimiento. Fue a través de un multitudinario concierto que, bajo el título «Yá suena la gaita», aunó sobre el escenario actuaciones de tonada, gaitas, tambor y sonidos orquestales. Un espectáculo al que se sumó María Rosa Quero «La Pastorina», nuera del artista y voz de muchas de los temas de la extensa discografía protagonizada por Remis Ovalle.

El mejor broche final para el Festival Xixón 5º 40´ tuvo inconfundible sello asturiano. La plaza Mayor recordó 13 piezas clásicas de Remis Ovalle, entre los que se encontraban títulos como «El pícaro molineru», «Soy pastorina nel monte», «Límpiate con mi pañuelo», «Asturianos emigrantes» o «Voi pa Llanes». Músicas que estuvieron acompañadas de las cantantes de tonada Mapi Quintana y Marisa Valle Roso.

«Empecé a escuchar estas canciones siendo muy niña y me llamaba la atención que todas ellas estuvieran interpretadas por Remis Ovalle. Ha sido uno de los grandes de los que todos tenemos que aprender», reconocía Marisa Valle Roso, poco antes del inicio de la actuación. A pocos metros tenía a «La Pastorina», a la que sólo mencionarla ya le imponía respeto. «Ye muy difícil conseguir en la música asturiana lo que hicieron. Ella es otra de las figuras que se merece que le rindan un especial homenaje», aseguró la joven langreana.

Una vez iniciado el concierto, al sonido de la banda de gaitas «Noega» se unió el de la orquesta dirigida por Xaime Arias y los gaiteros solistas Andrea Joglar, Ángel Domingo, Llorián García, Alejandro Fernández, Pablo Carrera, Daniel González, Marco Guardado, Jorge Carbajal y Berto Varillas. Fue una de las escasas oportunidades de disfrutar de una manera singular de canciones típicamente asturianas que triunfaron en los años 70, y continúan con un fuerte arraigo en la región. Piezas de sonoridad muy cálida y latina como «Garrotín/Machaquito» y otras tan de casa como el «Xiringüelu de Remis» demostraron que hablar de Remis Ovalle, es hablar de folclore mayúsculo.

«Fue un grande del que todos tenemos que aprender», afirma del artista la cantante de tonada Marisa Valle