La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

III Edición del Festival "Celsius 232"

"Todos saben que una novela de vampiros es mentira; yo quiero que el lector la viva como real"

"Mis primeros libros son como un diario que recuerda lo que vivía, no me avergüenzan"

Tim Powers, ayer, durante la entrevista. mara villamuza

Tim Powers (Buffalo, 1952) es un gran conversador. Y, por supuesto, un novelista de primera. Por eso participa en Avilés en la III Edición del Festival "Celsius 232" de Literatura fantástica, ciencia ficción y terror. Powers es autor de novelas tan destacadas como "En costas extrañas" (Gigamesh, 2001) o "Las puertas de Anubis" (Gigamesh, 1999), dos títulos más que preclaros del "steampunk", que es el subgénero literario que mezcla ciencia ficción y personajes de la historia pasada. La primera fue la base argumental de "Piratas del Caribe: En mares extraños", la cuarta parte de las aventuras de Jack Sparrow. Además, también fue la base del videojuego "Monkey Island". El novelista norteamericano dialoga con LA NUEVA ESPAÑA con la pasión del narrador y bebiendo pequeños sorbos de un bote de refresco. Alejo Cuervo, su editor en español, participa también en la conversación.

-Antes de "Las puertas de Anubis", escribió unas novelas que no le gustan demasiado, ¿no?

-Era la época en la que estudiaba en la Universidad. Entonces empezaba a escribir relatos y empezaba también a coleccionar cartas de rechazo. Intentaba ser escritor, aunque sin demasiado éxito. K.W. Jeter [compañero de Powers del grupo de California] fue el responsable de que me pusiera a escribir un poco en serio. Fue quien me contó que había una nueva editorial en el mercado: Lancer Books. Me dijo que eran tan nuevos que aceptaban escritores noveles. Querían probar una experiencia editorial inédita: novelas románticas en clave de ciencia ficción. Jeter fue quien me dijo que les vendiera una idea. Era muy fácil: te pedían tres capítulos de muestra y un esquema de lo que sería el resto de la novela. Me dije: "Bueno, me siento capaz de escribir tres capítulos". Así que los presenté. Y me aceptaron. Tenía que escribir 55.000 palabras más. "¿De dónde saco yo eso?" Si me ponía a desarrollar la trama, me iba a quedar corto. Así que decidí escribir relleno: lo que comían los personajes, todo eso. Por fortuna, este material se lo enseñé a Jeter antes de enviárselo a la editorial. Me dijo: "Tira esto a la basura, empieza por el principio de la historia y concéntrate en lo que quieres contar". Sorprendentemente, la editorial aceptó la novela final. Y me encargó la segunda.

-Aquellos libros de Lancer ahora son oro para sus seguidores.

-No le contesté a su pregunta inicial. A lo de si me gustan o no aquellos libros.

-La verdad es que no.

-Mis primeros libros no me avergüenzan. Les tengo cariño porque me funcionan como una especie de diario: me recuerdan qué estaba viviendo cuando decidí escribir esta o aquella escena. Vale, me sentiría avergonzado si tuviera que mostrarlos ahora diciendo que son mis primeros libros. Entonces sí. Como inicio de mi carrera estoy satisfecho.

-¿Cuándo descubrió que era en la Historia con mayúsculas donde tenía que desarrollar sus novelas?

-Antes de que se acabara la aventura de Lancer Books, mi amigo Jeter me contó que conocía a un editor inglés que quería hacer novelas de ambientación histórica basadas en el mito del Rey Arturo, pero traslándolo a distintas épocas. Entonces Jeter, Ray Nelson y yo mismo nos dividimos las épocas. "Para ti, el siglo XV; yo me quedo el XIX". Así escribimos los libros. Cuando los íbamos a entregar, el editor canceló el proyecto y encima nos pidió que le devolviéramos el dinero. No era posible: nos lo habíamos gastado. Entonces comenzó la carrera por ver quien era el primero en publicar las novelas del Rey Arturo reencarnado. Volvió a ganar Jeter.

-¿La historia verdadera no le resta lectores?

-Es justo lo contrario. La mezcla de historia y ciencia ficción atrae más lectores. De hecho, el reconocimiento de la historia suspende la incredulidad del lector, porque cualquiera que lea una historia con vampiros, máquinas del tiempo y demás sabe que está leyendo una mentira. Lo que quiero es arrastrar al lector a una historia que se pueda vivir como real. La realidad es fácil de conseguir en una ciudad de verdad, como Venecia, Viena o Londres, que en la Tierra Media, que es un sitio puramente imaginario.

-"En costas extrañas" primero fue una novela, después un video juego y al final una película. ¿Estas transiciones le gustan?

-Estoy encantado de que existan estas adaptaciones. El hecho de que tanto el creador del juego como la Disney reconozcan que mi novela les sirvió de inspiración es como si me hicieran dos grandes anuncios de la novela. No voy a poner ninguna objeción. En todo caso, cualquier parecido del libro con la novela es casual.

Compartir el artículo

stats