Un gran escenario, cuatro grupos de nivel y el marco de "La Grapa". Así nació el I Festival Internacional de Música Negra de Avilés, que inundó la plaza de Santiago López de la mejor música funky, rock, blues y soul. Cuatro géneros para cuatro formaciones musicales que formaron el cartel de un festival que se presenta con vocación de continuidad.

"La idea nació hace un año tras mi visita al Festival "Clave de Agua" en Soria, que me marcó por la organización y el lugar en el que se realizaba: las orillas del río Duero a su paso por la ciudad numantina", explicó Daniel García, promotor musical y organizador del festival. A partir de ahí se puso en contacto con el Ayuntamiento de Avilés, con la propuesta de realizar una actividad similar en la ciudad, y fue dando los pasos para convertir la propuesta en realidad.

El grupo vigués "The Soul Jacket", la banda bilbaína "Priscilla Funky Band", la formación madrileña "David Hopper & The Silverbacks" y "Velma Powell & The Bluedays" fueron los integrantes de un cartel "muy bueno", del que García se confesó "muy orgulloso". "La idea es ver cómo es la respuesta de la gente, y en función de si ella, tratar al cabo del tiempo de dar el salto al Niemeyer", comentó.

"Avilés se vaciaba durante las fiestas de las localidades cercanas, ahora se está empezando a atraer gente a través del turismo musical. No hace falta mucha inversión para traer buenos grupos a festivales así. Con poco se puede llegar a traer gente muy buena", aseveró el promotor musical, que pretende así fomentar el atractivo estival de la ciudad.

"La Grapa" vibró durante las actuaciones, que trasladaron a los márgenes de la ría avilesina los sonidos propios e inconfundibles de la música negra norteamericana, que se originó en los estados del sur del país norteamericano y que dio lugar a géneros como el blues y el soul.