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Los Exconxuraos se baten en duelo

El recinto ferial de Llanera acogió la justa nocturna y ayer, el domingo del perdón, última jornada festiva en el municipio

Los Exconxuraos se baten en duelo

Llanera vivió un fin de semana de intenso fervor medieval. La jornada de ayer fue la última de la fiesta de los Exconxuraos que, rememorando un hecho ocurrido a principios del siglo XV, atrae al céntrico municipio de Asturias a miles de personas interesadas en los usos, costumbres y vestimentas medievales. Uno de los momentos más espectaculares de la fiesta fue la justa medieval del pasado sábado. Celebrada bien entrada la noche, tras la cena medieval, fue una recreación de los torneos que se celebraban en el Medievo, con luchas con lanza a caballo y peleas con el pie en tierra y cuerpo a cuerpo. Escenas de un gran realismo que hicieron las delicias del público, cada vez más entusiasta de todo lo relacionado con aquellos tiempos.

Una pareja de Pola de Siero contaba ayer que nunca había estado en la fiesta y que se animaron después de ver el noveno capítulo de "Juego de Tronos". La irrupción de la serie ha aumentado el número de adeptos por la Edad Media.

En la jornada de ayer tuvo lugar uno de los actos centrales de la celebración: el desfile de los Exconxuraos, en el que participaron las autoridades locales encabezadas por el alcalde, Gerardo Sanz, y el pregonero de este año, Roberto Álvarez.

Todos ellos llevaba puestos sacos y sogas al cuello, conmemorando lo que hicieron sus antepasados para conseguir el perdón del obispo de Oviedo tras una rebelión contra los abusos del obispado y la posterior excomunión.

Tras el desfile tuvo lugar la entrega del premio a la barraca medieval mejor decorada, que este año fue para la asociación Amigos de Posada y que recogió uno de sus integrantes, Álex López. La jornada matinal concluyó con una misa, oficiada por el párroco de Posada, José Julio Velasco, y cantada por la Coral Polifónica de Llanera y la Coral Femenina de San Bartolomé de Lanzarote.

El buen tiempo ayudó a que la jornada fuese completa. Porque todavía hubo tiempo para disfrutar por la tarde del mercado, de la representación teatral del hecho histórico y de una nueva justa con caballeros y guerreros de a pie. Todo un canto a la Edad Media.

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