Llevan solamente 15 días en Oviedo pero ya se han metido de lleno en la idiosincrasia de Asturias. Los alumnos extranjeros de los cursos de español, que invaden en verano la capital del Principado, destacan "el clima, la arquitectura y el buen carácter de las personas" como los rasgos más importantes de Asturias. Seis de estos alumnos nativos reciben a LA NUEVA ESPAÑA en la Casa de Las Lenguas en un descanso de sus clases y entre risas valoran sus primeros días en Asturias. Comentan que al poco de llegar ya se dieron cuenta y les llamó mucho la atención la histórica rivalidad existente entre Oviedo y Gijón. Mención especial para la sidra: los alumnos extranjeros son unos verdaderos "apasionados" de la tradicional bebida asturiana e incluso han acudido ya a alguna espicha. También comentan que les gustaría asistir a alguna fiesta de prao.
"Lo que más me gusta es el clima, vivo en Iowa y ahí tenemos un calor húmedo que muchas veces es insoportable, aquí se esta genial, aunque ya he visto que los asturianos se meten bastante con el clima", comenta Haley Wandrey, de la Universidad de Iowa. Wandrey dice que todavía no ha salido mucho de noche pero los demás alumnos "salen casi todos los días".
Tariq Aultuwyhir, de Arabia Saudi, destaca el buen carácter de la gente. "Las personas me sorprendieron porque creía que iban a ser bastante cerradas, pero ha resultado todo lo contrario". Aultuwyhir ya había estado en España con anterioridad y destaca el parecido entre Asturias y Galicia.
Stephanie Langendoerfer, de Missouri, apunta con humor y timidez que lo que más le llama la atención en Asturias es "la forma de caminar de la gente, no saben hacerlo bien". Langendoerfer dice que en su ciudad se sigue "un orden estable para caminar y esta todo organizado de forma diferente, aquí me pierdo más", relata mientras se parte de risa.
Wailani Ronquillo, una estadounidense muy parlanchina, resalta como "impresionantes" la arquitectura y los edificios de Oviedo . A Ronquillo le chocó el contraste en las construcciones que existe con su país y tiene unas ganas enormes de conocer otros rincones de Asturias. Sangmi Lee y Marilia Bastos, de Corea del Sur y Brasil respectivamente, tienen historias diferentes al resto de alumnos extranjeros de español. Ambas están casadas, conviven con sus cónyuges en Asturias y decidieron apuntarse al curso de español para mejorar su nivel en el idioma. Lee tiene una historia curiosa: su marido, avilesino, se trasladó a Seúl por motivos de trabajo y fue allí donde conoció el amor con Lee. En la actualidad ambos conviven felizmente en Oviedo.
