Unos las firman y otros las torean. Así reza un viejo dicho taurino que obedece a lo complejo de una temporada en que se suceden los percances en las ferias que impiden a los toreros cumplir con todos sus compromisos. Es el caso de Manuel Escribano, que esta tarde no hará el paseíllo en El Bibio. Su puesto lo ocupa Manuel Jesús "El Cid" (Salteras, Sevilla, 1974) que regresa hoy a Gijón.

-Llega por la vía de la sustitución. ¿Cuándo se lo notificaron?

-Hace tres días me llamó la empresa y la verdad que con muchas ganas y mucha ilusión por volver a torear en Gijón después de dos años sin pisar El Bibio. Además la última corrida que maté allí fue de La Quinta y lo hice con triunfo porque corté dos orejas. Esperemos que se vuelva a repetir.

-¿Qué recuerda de aquella tarde?

-El recuerdo es muy bonito porque así pasa con todas las tardes de triunfo. Pero no sólo recuerdo esta última tarde, también el resto de mis actuaciones en El Bibio porque es una plaza donde siempre he tenido suerte. De todas las corridas de Gijón tengo buen recuerdo porque esta feria siempre se me ha dado bien. Ahora entro por la puerta de la sustitución y espero salir por la otra, la Puerta Grande.

-Es la tónica habitual de una temporada, pero ¿cómo se lleva sustituir a un compañero?

-No es la vía más agradable de entrar en una feria porque siempre va en detrimento de que un compañero está herido, en este caso Escribano. Manuel, mi amigo, al que deseo una pronta recuperación. Pero lo mismo que me toca ahora sustituir, también a mí me han sustituido otras veces. Hay que pensar en la corrida y por una cosa o por otra estoy anunciado y con toda la ilusión de hacer las cosas bien, pensando en pegarle 15 o 20 muletazos a un toro.

-¿Cómo en Santander hace unas semanas?

-Allí también entré por la vía de la sustitución, por Escribano, y empezamos la tarde indultando el primer toro de la historia de la plaza de Cuatro Caminos. Contento y feliz. Santander siempre ha sido una feria que se me ha dado bien, pero eso ya es pasado y hay que pensar en la corrida de hoy e intentar disfrutar porque si uno disfruta, lo hace también todo el mundo.

-Le advierto que en Gijón nunca se ha indultado un toro...

-(Risas) Nunca es tarde si la dicha es buena. Es muy difícil que ocurra. No todos los días salen ese tipo de toros con tanta calidad y tantas cualidades. Pero haremos todo lo posible, sobre todo por hacer disfrutar al público.

-Ha dicho que ser torero "es una profesión del siglo XIX y estamos en el siglo XXI. En unas cosas hemos avanzado y en otras estamos obsoletos". Ponga ejemplos, por favor.

-Se ha avanzado en calidad del espectáculo aunque no se pueden cambiar algunos aspectos porque la idiosincrasia de una corrida es lidia y muerte de un toro, eso no se puede quitar. Hace dos siglos se veía muy bien porque daba de comer a mucha gente y porque el toro existe y vive gracias a que muere en la plaza de toros. La Fiesta está obsoleta en su organigrama y habría que estudiar formas de atraer la juventud a los toros y darles facilidades. Ni toreros ni empresarios ganan tanto dinero como cree la gente. Muchas veces se hace por pasión al toro y porque no desaparezca.

-¿Sorteando antitaurinos por el camino?

-Puedes enseñar la Tauromaquia pero es difícil enseñar a quien se cierra en banda. Los extremos son malos y sólo pido respeto porque nosotros respetamos más a los antitaurinos que ellos a nosotros, y a las pruebas me remito.