El Concurso de Saltos Internacional Oficial, CSIO, perderá para el año que viene la "O", de su título. Como ya se anunció a principios de verano, el Hípico gijonés cederá su carácter oficial, el que se logra incluyendo la Copa de las Naciones -la única prueba por equipos en los concursos de saltos, que solo puede celebrarse una por país y por año, y que lleva en Gijón desde hace veinte años-, dada la decisión de la Federación Española de que se traslade a Barcelona. Y esa circunstacia estaba ayer más presente que nunca entre los 9.421 aficionados que se pasaron por Las Mestas.

"Me parece lamentable. Llevo toda la vida viniendo al hípico y no entiendo cómo con la afición que hay a la apuesta y al caballo, sobre todo a la apuesta, el Ayuntamiento o el Principado, o quien tenga la responsabilidad, no haya peleado más", comenta Florentino Nava. Con él está de acuerdo Pedro Álvarez, que se muestra aún más enfadado. "Somos unos inútiles, por eso nos quedamos sin prueba", asevera. "Este es el mejor hípico de España y uno de los tres mejores de Europa, no debería dudarse de la importancia de mantener la Copa de Naciones en la ciudad", asegura.

Chema Álvarez, otro aficionado, apunta que "no es una prueba cualquiera, es una tradición que lleva ya muchos años en la ciudad; el año que viene la afluencia al hípico se resentirá", asegura.

Pero no todos son tan pesimistas. "Yo creo que hay que esperar a ver qué pasa, igual viene la misma gente sin necesidad de invertir tanto dinero en mantener la Copa, así que lo que debemos hacer es probar, esperar, y si vemos que no funciona, siempre podemos volver a luchar por ello para otro año", comenta con tacto Rubén Terrones. Y esta es ya la única posibilidad. Esperar y apostar.