El primer día de competición del Concurso de Saltos Internacional Oficial (CSIO) se vivió bajo la intensa lluvia caída ayer por la tarde en Gijón. El paraguas se convirtió en el mejor aliado para los asistentes que, fieles a la cita pese a las inclemencias del tiempo, se acercaron al complejo de Las Mestas para disfrutar de la primera jornada del hípico gijonés. Muchos con ganas de ver por fin a los caballos trotar sobre la pista, otros más bien llamados por las apuestas. Sea como fuere, esta cita se vuelve en una costumbre para muchas familias, que aguardan con ansias hasta el final del verano._"Para nosotros el Hípico es ya una tradición, venimos todos los veranos", apunta María José Villaverde. Hubo 2.613 valientes en Las Mestas. María José Villaverde acudió con su marido Aurelio Fernández, quien no se pierde este acontecimiento "desde hace por lo menos veinte años". Lo que sí lamentaban era que "la lluvia provocase que no haya tanta gente como otros años".