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Botas para andar en familia | Por tierras de Llanes

De Celorio a Bedón

El recorrido atraviesa la antigua calzada romana de la vía marítima de Agripa y pasa por enclaves como las playas de Borizo y Barro y el área recreativa de la Peña de los Cuervos

Playa de Borizo.

El recorrido entre Celorio y San Antolín de Bedón, en el municipio de Llanes, alterna caminos interiores con la senda costera desde la que se puede apreciar todo el encanto del litoral occidental de Llanes. La senda se integra en la antigua calzada romana de la costa asturiana, conocida como vía marítima de Agripa

Desde la parte oeste de la playa de Celorio es necesario dirigirse hacia el mar, hasta encontrar un camino entre una pared de piedra y la playa. Al llegar al final de la dicha pared se vuelve a abandonar la senda costera, siguiendo hacia la derecha durante unos metros, hasta coger un camino que deja a la derecha el pequeño puerto de Celorio.

Este camino va por encima del puerto, el cual se abandona a la altura de un sendero que se dirige hacia un poste eléctrico. En las proximidades se coge un camino a la izquierda que asciende unos metros al acantilado, y desde donde se divisa una excelente vista de la playa de Celorio.

Es necesario seguir por el estrecho sendero hasta que la vista alcanza la playa de Borizo, a la que llegamos atravesando unos prados. Poco después se alcanza la carretera. Se sigue por ella hacia la derecha hasta el final de la playa, donde aparece una pista de tierra que discurre junto a la parte Oeste y que termina en una pared de piedra con una verja metálica, que da entrada al castro de Troenzo. Al llegar junto a una portilla de hierro es preciso atravesarla por un pequeño hueco con una especie de escalones.

Aunque pone que es propiedad privada, se puede pasar sin ningún problema. Una vez detrás de la portilla, el trayecto sigue por el ancho camino que lleva junto a una edificación y continúa hacia el Norte en busca del acantilado. En ese punto se obtiene una bonita vista de la playa de Borizo.

En ese lugar es necesario dirigirse hacia el saliente del medio, (ni el más occidental, ni el más oriental), desde donde se tiene una impresionante vista de la llamada "cara de Cristo". Si no se ve bien a simple vista, basta con coger la cámara de fotos y mirar a través de ella para contemplarla en todo su esplendor.

Esta figura es una superposición de un castro y un acantilado que parecen formar, según la marea, el perfil del rostro del redentor. No hay una señal que indique desde donde puede verse la cara, así que hay que descubrirla por uno mismo.

En esta península protagonizó el bandolero Bernabé Ruenes Santoveña, "Nabé", una de sus más sonadas correrías, cuando, disfrazado de mujer, secuestró al hijo de Tomás, un joven llamado Héctor que años más tarde se haría escritor y relataría aquel sucedido. Veinte mil o treinta mil duros -nunca trascendió la cantidad exacta- pagó Tomás para recuperar a su vástago sano y salvo. El casero de Borizu, de nombre Jesús, llevó el dinero en bicicleta hasta el lugar pactado, en el Mazucu.

El caminante regresa hasta la portilla donde debe coger un estrecho sendero que sale a la derecha y que va junto al cierre metálico del camping. Se pasa por encima de la playa de Troenzo, donde la valla metálica da un giro de 90 grados hacia el Sur. Tras ese camino, aparece otro muy estrecho que se dirige al Norte y que está algo cubierto por la maleza. Al poco tiempo se contempla un prado y al fondo la playa de Barro hacia donde se dirigen los pasos.

Al final del prado comienza una estrecha senda al borde del acantilado, que llega a la parte norte de un camping que hay que bordear hasta llegar a la carretera, al pie de la playa de Barro, lugar en el que se encuentra el hotel Kaype, que rompe todo el hermoso paisaje y que está en proceso de demolición.

Al llegar a la carretera se sigue hacia la derecha durante un trecho hasta encontrar un pequeño desvío que indica un área recreativa.

Una vez más se abandona la senda costera y se toma el estrecho camino de la derecha que se dirige al área recreativa de la Peña de los Cuervos. Se llega a ella tras una corta pero dificultosa pendiente. Desde allí surge una excelente vista de la playa de Barro.

La ruta avanza por la vía que transita junto a las mesas del área recreativa, dejando a la izquierda una plantación. Pronto el camino gira a la izquierda abandonando el acantilado, para llegar al final de la una repoblación forestal, donde se encuentra un poste.

En ese punto se debe seguir de frente por las zonas que no tienen brezo, rumbo a un pequeño bosque de encinas que se ve al suroeste. Al llegar al final de la pequeña campera se encuentra un ancho camino que se introduce en un bonito encinar. Siguiendo este camino damos junto a una portilla primero y luego a un camino asfaltado que lleva al pueblo de la Pedrera, donde se enlaza de nuevo con la ruta costera.

Al llegar a la carretera se deja de nuevo la senda costera señalizada, para seguir hasta la entrada de Niembro. Desde ahí se toma el camino a la playa de Torimbia. Una vez allí, continúa la ruta hasta la playa de San Antolín de Bedón.

En las cercanías se encuentra la iglesia de San Antolín de Bedón, un templo benedictino de estilo románico, en la desembocadura del río Bedón que divide en dos la playa de San Antolín.

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