La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La guía secreta de Asturias

Una visita a los antepasados

Neandertales y cromañones dejaron su huella en la cueva del Conde o del Fornu y en el Abrigo de Santo Adriano, en el concejo del mismo nombre, visitables con el Ecomuseo La Ponte

Quienes acuden a la Senda del Oso los fines de semana, para disfrutar de los concejos por los que discurre (Santo Adriano, Proaza, Quirós y Teverga), posiblemente desconocen que en el primero de estos concejos se encuentran las manifestaciones artísticas más antiguas realizadas por el "Homo sapiens" Concretamente en la cueva del Fornu, también llamada del Conde. En una de sus paredes hay 37 líneas verticales, siete en otra zona y otras líneas más grabadas en una hornacina de difícil acceso. En este lugar se encontraron, entre otras cosas, restos de rinoceronte lanudo, de mamuts, uros, bisontes, rebecos y jabalíes. Estos cuatro datos apenas son nada en comparación con toda la información que aporta el arqueólogo Pablo López Gómez, uno de los miembros del Ecomuseo La Ponte, y quienes se encargan de mostrar este lugar y otros de interés patrimonial en su entorno, a cuantos quieran adentrarse en la prehistoria y la historia de los pueblos y, en este caso, en el concejo de Santo Adriano.

Más allá del rodar de las bicicletas por el sendero y del deseo de fotografiar a las osas en Buyera, existe también un importantísimo legado dejado en el paisaje por aquellos que nos precedieron muchos miles de años antes y cuya existencia, y su forma de vida, resulta relevante para un turismo que se interesa por las huellas del pasado. Y aún más cuando quien lo explica lo hace con pasión y con admiración por aquello que muestra, como es el caso de este joven arqueólogo de La Ponte.

Así cuenta, entre otras cosas, que en la cueva del Fornu, tal como la llamaban los vecinos de Tuñón, y que también debe su nombre al conde de la Vega del Sella, uno de los primeros prehistoriadores de principios del siglo XX que hizo la primera excavación que la documenta, fue donde vivieron neandertales y cromañones u "Homo sapiens", sin que llegase a haber convivencia entre ambos, entre el Paleolítico Medio y Superior. Los segundos aparecieron cuando desaparecieron los primeros. "En Asturias hay sólo dos yacimientos con restos óseos de neandertales. Los de El Sidrón y aquí , que aparecieron dos molares de un individuo de unos 16 años. También aparecieron herramientas del Paleolítico. Se representaban animales porque el peso de la caza era muy importante, pero también lo era la recolección. Se escenifica pintando a los hombres y, como mucho, a las mujeres las dejan hacen manos, aparecen incluso manos infantiles en las paredes. Ahora bien, ¿por qué no podrían recolectar también los hombres o pintar las mujeres?", se pregunta.

Luego, en el Abrigo de Santo Adriano, después de un agradable paseo junto al río, se descubre más arte paleolítico. Allí hay 34 grabados. "Aquí venían sólo a hacer arte, es un santuario exterior. Están representados, entre otros animales, bisontes, ciervas y cabras hace unos 20.000 años" señala este miembro del Ecomuseo La Ponte, que son quienes muestras estas joyas patrimoniales a los viajeros.

Compartir el artículo

stats