Nunca está mal una escapada a Londres, ahora con más motivo si cabe cuando los terroristas pretenden que se haga todo lo contrario. Además, desde Asturias, con un vuelo de ida y vuelta comprado con cierta antelación, puede salir de lo más económico. Otra cosa es cómo se plantee la estancia en la ciudad del Támesis, pero eso allá cada uno.
Lo que hay que ver en la ajetreada Londres es de sobra conocido. Aquí van dos ideas en esta temporada. Para los mitómanos la parada inexcusable está en el palacio de Kensington, última morada oficial de la legendaria Lady Di. En agosto se cumplirán 20 años (ya) de su desgraciada muerte en París y los londinenses han querido homenajear a su princesa del pueblo con algo que a ella le encantaría: su colección de trajes. Están prácticamente todos los que cualquier aficionado a seguir los pasos de la siempre triste Diana conocerá: el de la pedida de mano, el de la presentación de su primer hijo, el llamado "de la venganza" por ser el que lució cuando su díscolo marido, Carlos de Inglaterra, contaba al mundo que era infiel?
De todos, el que más atención acapara es el de terciopelo negro con el que se marcó un baile ya histórico en la Casa Blanca con el mismísimo John Travolta. En el palacio de Kensington han querido mostrar la evolución de Lady Di: desde la ñoña joven que comparecía tapada de arriba abajo con un dos piezas de pata de gallo verde y marrón, hasta la princesa más fotografiada del mundo convertida en un icono de la moda que enseñó el canalillo con vestidos de fiesta espectaculares o inolvidables como el del "cuello Elvis", en blanco roto y con perlas, con en el que empezaba a atreverse a finales de los 80 a mostrar su estilo propio. La exposición estará abierta hasta bien entrado 2018, así que hay tiempo a planear la excursión e incluir Kensington en las rutas.
Para los amantes del arte la escapada londinense ha de incluir una visita a la Catedral de San Pablo. En el templo, donde Diana dio el "sí" a Carlos en 1981, expone por primera vez un artista español, Pablo Genovés. El fotógrafo tiene colgadas cuatro impresionantes imágenes desde el 1 de marzo, realizadas por encargo por el comité artístico de la catedral. La temática gira en torno al agua, con el fin de llamar la atención sobre el cambio climático, y por ser un elemento con innegables connotaciones religiosas: el agua como fuente de vida, como medio bautismal? Pero también como origen de la muerte por las atroces inundaciones o su inexistencia en países asediados por la sequía.
