Por Avilés no corre el Sena. Lo hace el Tuluergo. Es un inconveniente, pero nimio. Lo saben bien la cantante lírica Ana Nebot y el pianista de jazz Isaac Turienzo. Los dos juntos se suben esta noche (a las 21.00 horas) al escenario de la sala Santacecilia, en la avilesina calle Galiana. "Presentamos un programa con las canciones francesas más emblemáticas", explica la Nebot, que atiende a LA NUEVA ESPAÑA camino del último ensayo general. "Tenemos a dos musicazos alucinantes que nos acompañan por primera vez: Miguel Herrero y David Casillas. No los conocía, pero en poco tiempo se han hecho con un programa muy complicado. Los arreglos de Isaac (Turienzo), de verdad, son difíciles", apostilla la cantante ovetense.

Nebot, pues, cantará por Edith Piaf, François Hardy o Jacques Brel y lo haré ante el fluir del piano del avilesino. "La primera que hicimos este espectáculo fue hace un par de años, en Oviedo", cuenta la Nebot. "Fue en el auditorio. Lo que alcanzamos entonces no lo podemos replicar en Avilés, pero sólo porque el escenario es más pequeño. Trabajar en el local de Manolo Egocheaga, en todo caso, va a ser fantástico. Sabe crear el ambiente que un espectáculo como este precisa", justifica la cantante. Egocheaga es el propietario de una sala que en los últimos meses ha acogido recitales tan singulares como el de Marilia o Pablo Milanés. La música sostiene cada una de las paredes de un pub como el de la calle Galiana.

"Coincidimos Isaac y yo en una comida. Estuvimos hablando. Le dije que me encantaría interpretar las canciones más conocidas de Francia. Él dijo que era una idea fantástica. No la pudimos materializar hasta que coincidimos con Antonio Blanco, de la Fundación Alimerka, otro profesional que ha permitido que esto sea una realidad", explicó la cantante. "Fue él quien buscó la fecha, el que dijo que nos quería para celebrar el aniversario de la fundación", reconoció. "Así, con una fecha por delante nos pudimos poner a trabajar. No es lo mismo trabajar sin saber cuándo presentarás el trabajo que hacerlo con esa posibilidad lograda", añadió. "Entre los recitales, las clases, los asuntos familiares, no podíamos juntarnos para ensayar. Lo hicimos, finalmente, y así nos presentamos en Oviedo", recordó. Fue hace un par de años. "El concierto lo movimos por otros sitios y ahora es cuando vamos a Avilés", concluyó la cantante.

Avilés es una ciudad musical por excelencia. Es la de Isaac Turienzo y es también la que acogió el pasado año el recital de aniversario: el pianista de jazz hace tiempo que se ha hecho imprescindible en la escena de la música melódica de Asturias. La combinación del jazz y la lírica y todo junto con la canción francesa no hace otra cosa que subrayar lo evidente. "Había vivido dos años en París. No domino la lengua francesa a la perfección, pero un día me atreví a cantar 'La vie en rose'... Ese tipo de música melódica es fantástica", reconoció la cantante ovetense.Los dos protagonistas del recital de esta noche ensayaron anoche en compañía de Herrero y de Casillas. "Este proyecto nació para que estuviera con nosotros Chema Fombona, pero falleció. Le vamos a echar de menos", apuntó. Quienes sí que van a estar en Avilés serán Turienzo y Nebot, los dos, a la orilla del Tuluergo.