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Un camino entre pucheros

Una admirable bisabuela

Los hermanos Piloñeta están al frente del restaurante-hotel La Pacha en Pola de Laviana, donde la buena atención y la cocina van a la par

Por la izquierda, Manolita y Elisa Piloñeta sujetan el retrato de su bisabuela La Pacha junto a su hermano Óscar. ANA PAZ PAREDES

La memoria es, en ocasiones, el mejor homenaje que se puede hacer a la familia, sobre todo cuando se trata de personas que lucharon duro por salir adelante en momentos difíciles. Tal es el caso de la bisabuela de los hermanos Manolita, Elisa y Óscar Piloñeta Díaz, quienes están al frente del hotel-restaurante La Pacha, en Pola de Laviana. Justamente el establecimiento lleva su nombre: La Pacha. Explica Manolita que ése era el mote que tenía su tatarabuelo y "le quedó a ella, que en realidad se llamaba Elisa. Fue una mujer admirable, quedó viuda con 36 años y sacó adelante a sus nueve hijos. Trabajó en todo y cuanto pudo, desde repartir leche por los pueblos hasta transportar madera en un carro de bueyes, eso por decir un poco de cuanto hacía. Murió con 100 años. Le pusimos su nombre a nuestro establecimiento en reconocimiento a ella".

Los tres hermanos y Aurora Moro, como ayudante de cocina, hacen un equipo perfecto. Manolita y Elisa están al frente de la barra, el comedor y el hotel, mientras que Óscar es el jefe de cocina. Él, que fue siempre muy vocacional, se formó en la Escuela de Hostelería y ya muy joven empezó a trabajar. "Estuve en varios establecimientos como cocinero y al final quise poner algo mío. Aquí antes había dos casas viejas. Nosotros hicimos un edificio nuevo. Estamos en el casco antiguo de Pola de Laviana. De hecho, por la parte de atrás damos a una caleya", señala Óscar, hombre a quien se le nota enamorado de su trabajo, amor que se transmite a los platos que cocina y que sirven sus hermanas con igual profesionalidad a la clientela en el comedor.

Tiene una variedad importante de menús que va cambiando a lo largo de la semana, además de una carta con elaboraciones tradicionales y otras más innovadoras que a nadie dejan indiferente.

Señala Elisa que en La Pacha todo lo que se sirve, con excepción de las croquetas, es apto para celiacos. De lunes a viernes hay un menú a 9 euros, que varía el sábado en precio y en contenido, a 11 euros, y también el domingo, que por sus especialidades llega a 18 euros, con dos primeros y dos segundos a elegir, además de postres. También hace menús especiales como el del sábado de Reyes, cuando por 19 euros, incluido el café, dan a elegir entre pastel de bacalao con pimientos confitados o crema de cigala, y bombón de merluza relleno de pulpo o jabalí con patatinos, con los correspondientes postres. También está su menú especial La Pacha, que lo hay siempre: por 15 euros (en este caso sin incluir la bebida), se puede elegir entre fabada o sopa de marisco, y cabritu con patatinos o cachopo de merluza, además de los postres.

Entre algunas de sus elaboraciones con más fama están el cogote y el cachopo de merluza, las croquetas de bacalao o de jamón con pisto, tortinos de jamón ibérico y queso de cabra, milhojas de verduras con queso casín, fabes con almejas, el cachopo La Pacha, cabritu con patatinos, arroces, con bogavante, montañés o negro, tortilla guisada, callos o picadillo. Todos los postres son caseros. A destacar los fayuelos rellenos de chocolate, la compota de manzana, la tarta de queso y el arroz con leche.

Cierran por descanso los martes. Los fines de semana se recomienda reservar en el 985602191.

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