Sí, es cierto, aún no han terminado las rebajas de invierno, pero los ojos ya se van hacia los percheros que ponen "nueva estación". Son los menos, todo hay que decirlo, ya que la mayoría de las tiendas lo escriben en inglés, pero, dejando este detalle de lado, hay que decir que los avances de primavera resultan apetecibles y prometen gloriosas tardes de compras.
Y atención: los volantes serán de nuevo los grandes protagonistas de esos vestidos largos y vaporosos que parecen pensados para bailes interminables. Así se ha visto en las pasarelas internacionales y así lo indican las prendas que se van colando entre una completa variedad de abrigos y chaquetones a mitad de precio.
Por lo general, las tendencias tienen cuatro temporadas de vigencia y el volante lleva dos en auge, lo cual quiere decir que aún le quedan dos más de actualidad. Así que comprar prendas con este tipo de plisado sigue siendo una buena inversión a medio plazo.
Otra de las novedades estriba en que los trajes de baño también se reciclan como ropa para el día y de fiesta. Los tejidos se hacen mucho más livianos y las flores siguen reinando, al lado de tonalidades como el rosa chicle (un poco más apagado), el verde agua y el azul pálido, sin olvidar el potente rojo y el amarillo, que combina a la perfección con los azules.
Los flecos y lentejuelas aparecen en vestidos, gabardinas y pantalones, que, por cierto, consolidan la tendencia a las campanas setenteras, cada vez más cerca de desterrar al pitillo por una buena temporada.
Regresan las bermudas y con ellas esos cinturones trenzados de colores que existen en todas las tonalidades. Las cuerdas redondeadas con detalles moteados en los cinturones vistos en el desfile de Lanvin recuerdan a los equipos de escalada y son la mejor prueba de que en moda todo vuelve. Los de doble hebilla también reaparecen para las prendas más informales.
La diadema deportiva, tipo banda, será otro de los imprescindibles para los looks de verano, tanto para ellos como para ellas. Así lo ha decretado Giorgio Armani en su desfile. Los sombreros de tela, como los que se llevaban hace años en los torneos de tenis, saltan a la calle y se actualizan con géneros sintéticos y logos.
