El actor estadounidense de origen gallego atraviesa un duro momento personal, no solamente por la recuperación del doble "bypass" al que se le sometió el pasado mes de diciembre, sino también por la complicada situación clínica de su hijo Charlie Sheen, enfermo de VIH. "Lo que él está pasando en estos momentos, nos sentíamos impotentes por no poder hacer mucho. Salvo rezar por él y animarle. Uno trata de estar lo más presente posible, pero hay que ser consciente de las circunstancias. Hay que ser consciente de muchas cosas de las que el público no es consciente", señaló.