"Soy muy tímida y es la primera vez que me presento a algo así. Lo hice por reivindicar que hay mucha variedad de físicos y que los cánones siempre hacen daño". Lucía Seoane tiene 32 años y es de Gijón. Se enteró por las redes sociales del casting que iba a realizar el equipo de "Modelos XL" para un calendario de fotos con modelos "curvy".
"Es un sector muy minoritario en el mundo de la moda, pero un sector principal en la calle. La talla más vendida de España es la 44", comentó Pep Martí, relaciones públicas de la organización.
Casi 80 mujeres participaron ayer en las sesiones fotográficas celebradas en el hotel Abba Playa. De este casting se seleccionarán a 30, que integrarán el calendario de "Modelos XL" del próximo mes de abril. Del 1 al 15 de mayo se harán las votaciones para conocer quién es la modelo del mes marzo, que será seleccionada para una gala final, en la que estarán las vencedoras de las doce ciudades españolas donde se están realizando las pruebas.
Para la gran mayoría fue su primera experiencia ante una cámara de fotos a nivel profesional. Muchas lo hicieron por cumplir sueño. Y otras por reivindicar que "tallas como la 48, 46 o 44 son lo más normal", apuntó Lucía Arévalo, de 32 años, que destacó que "esta oportunidad es muy importante para que las chicas con curvas y tallas grandes nos veamos apoyadas y nos haga tener más confianza en nosotras". Por eso no dudó en señalar que "aunque siempre vemos chicas muy delgaditas, la chica ideal es más una chica 'curvy', que además es la que se ve por la calle".
Entre todas las participantes reinó un clima de satisfacción y felicidad con sus cuerpos. Todas se sienten atractivas. Y así lo quisieron trasladar cuando se pusieron delante del objetivo. "Hay que reivindicar que cada uno tiene su cuerpo, el organismo es el que es, y todas tenemos derecho a ropa guapa y elegante", comentó Eva Martínez, de 35 años y de Quirós. "Es que una talla 42 no la considero XL", resaltó.
No sólo hubo asturianas. También de otras regiones se sumaron a este casting. Ángela López cogió el coche desde la localidad cántabra de Suances y vino a probar fortuna. Lo hizo también motivada porque siempre le gustó la idea de posar como modelo, y por la polémica surgida por un anuncio censurado en Estados Unidos al tacharlo de "indecente". "La sociedad todavía no está concienciada respecto al problema que hay respecto a la ropa y cómo se puede llegar a sentir una persona", destacó López.
La mujer del día a día, alejada de la imagen de mujer famélica que se proyecta en la pasarelas de moda, disfrutó ayer en Gijón rompiendo esa imagen de modelo de talla 36 que se aleja de una realidad muy distinta, la de mujer "curvy" que no rinde tributo a ningún motivo comercial. "El problema es que muchas veces estamos siendo un poco hipócritas siguiendo la cultura de Estados Unidos, vendiendo una cosa, pero sin darnos cuenta de que la realidad es otra distinta, y que la gran mayoría no lleva la talla 36, sino la 42", destacó Pep Martí, que incluso fue mucho más crítico con los americanos. "La hipocresía de Estados Unidos es que no le dan importancia a asesinar gente o tener armas en casa, pero en este apartado de la mujer y las tallas grandes tienen otro tipo de cultura que ni nosotros ni en Europa se comparte", sentenció Martí al término de una jornada en la que se demostró que la belleza en Asturias también tiene curvas.
