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"En el franquismo no se detenía por lo que dijera un personaje, ahora sí"

"He hecho pocas películas, pero han quedado; mientras las estás haciendo lo notas: me pasó con 'Los jinetes del alba' "

Gloria Muñoz, en una imagen de archivo. RICARDO SOLÍS

La actriz Gloria Muñoz (Madrid, 1948) protagoniza "La respiración", la comedia dramática de Alfredo Sanzol que llega esta noche al teatro Palacio Valdés (20.15 horas) de Avilés. Muñoz ha trabajado para directores de cine de primera: Pedro Almodóvar, Fernando Colomo y Vicente Aranda. Al principio de todo contribuyó a fundar la legendaria compañía de teatro independiente "Tábano", que produjo "Castañuela, 70", un espectáculo teatral que ya está en la historia y en los libros de texto.

-¿Cómo llega a "La respiración"?

-Estaba trabajando en otra función. Me vino a ver Alfredo Sanzol y unos días después me llamó para decirme que quería trabajar conmigo. Le vengo siguiendo desde hace tiempo y me interesa lo que hace. Me dijo que sólo tenía un título -"La respiración"-, pero le respondí que sí, que por supuesto. Tras el título vino la sugerencia que ocultaba. Hicimos un taller para desarrollar ese asunto y un día la historia cambió: había una mujer separada que está sola.

-Y usted es la madre de esa mujer separada.

-Efectivamente. La hija pide ayuda a la madre y la madre está dispuesta a dársela, como no podía ser de otra manera. Lo que sucede es que la ayuda que le ofrece no es la que ella esperaba. Mi personaje tiene una vida desatada, muy compleja y muy vital: todo lo contrario que su hija.

-¿Tiene algo que ver este proceso de trabajo con aquel que realizaron cuando estaba en "Tábano"?

-No sé qué decirte. Verás, en "Tábano" las creaciones eran colectivas. Esto de "La respiración" no es lo mismo. Aquí el responsable de la función -es suya- es Sanzol. Nosotros improvisamos y él escribe a partir de esas improvisaciones. Pone lo que quiere. Esto de trabajar con las improvisaciones no me resulta fácil: prefiero interpretar a partir de un texto dado que inventarlo a través de las propias vivencias. Con "Tábano" cada uno llegaba con un texto y se iban incorporando al espectáculo conjunto.

-¿El espíritu del teatro independiente se ha quedado para los estudiantes?

-Ha cambiado. Hay otro espíritu. El teatro independiente sigue vivo. Cuando nosotros empezábamos en los años setenta el espíritu estaba en el terreno de lo creativo: hacíamos las cosas entre todos. "Tábano" no tenía subvenciones públicas porque pensábamos que nuestra capacidad creativa se vería condicionada. Pero, si no es por eso, es por la taquilla.

-Ahora se detiene a titiriteros.

-Una cosa como ésa nunca pasó durante el franquismo. El antecedente de "Els Joglars" vino después de Franco. En el franquismo no se detenía por lo que dijera un personaje, ahora sí. Había censura previa, te podían ordenar quitar este personaje, aquel vestuario, pero no se detenía a nadie por lo que hiciera un personaje y, mucho menos, un muñeco de trapo. Ésa es la novedad de estos tiempos.

-Hizo cine con grandes.

-He hecho pocas películas, pero han quedado; mientras las estás haciendo lo notas. Te diría más: desde que lees el guión. Me pasó con "Los jinetes del alba".

-En teatro "La bicicletas son para el verano" le trajo muchas alegrías.

-Disfruté mucho con ella. Pero también con el papel que interpreté en "Homebody/Kabul", que me dio un "Max".

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