El actor Fran Perea (Málaga, 1978) regresa a Asturias. El próximo sábado día 11 presenta en el auditorio del Centro Niemeyer la comedia "La estupidez", una obra del dramaturgo argentino Rafael Spregelburd que coprotagoniza junto a Toni Acosta, Ainhoa Santamaría, Javi Coll y Javier Vázquez. Conversa por teléfono con LA NUEVA ESPAÑA.
-¿Por qué eligieron "La estupidez"?
-La habíamos leído antes incluso de hacer "Feelgood", la obra con la que recorrimos el país estos dos pasados años. Sucedió entonces que nos dimos cuenta de que era un texto muy complejo de llevar a cabo y como primer texto para una nueva compañía nos parecía un poco osado. Cuando sabíamos que "Feelgood" tenía su final empezamos a buscar textos y ninguno nos gustaba tanto como "La estupidez".
-"La estupidez" pertenece a una heptalogía que relaciona comedias con pecados capitales y éstos, a su vez, con El Bosco. Pero parece una película de Scorsese.
-Bueno, es más bien Hermanos Coen o Tarantino: personajes que tienen mucha locura y, a la vez, mucha verdad. Los Coen y Tarantino hacen muy bien esto. Además, corres el riesgo de pasarte, de hacer increíbles los personajes. La obra tiene mucho que ver con la codicia. Ayer (por el martes) tuve oportunidad de hablar de la obra en la inauguración de la exposición de El Bosco en el Museo del Prado. Fíjate, el autor coloca la acción en Las Vegas, que es como el epicentro de la codicia, la ciudad en la que se gasta dinero para conseguir dinero.
-Tanto en "Feelgood" como "La estupidez" son un puñado de actores. ¿Les van las producciones en el límite?
-(Risas). Creemos en el teatro de más de dos actores. La crisis nos ha empujado, de alguna manera, a un estándar teatral muy limitado: montajes con pocos actores, tono de comedia y "light", como para no dar excusas para que no te contraten.
-En "Feelgood" había políticos corruptos, y en "La estupidez", personas corruptas.
-Nos gusta la comedia como excusa para la reflexión. El teatro, aparte de entretener, tiene que remover al espectador. Nos gusta plantear preguntas. No ofrecemos respuestas en nuestros montajes, no nos creemos con la capacidad para ello.
-¿Cómo organizan la gira de esta función teniendo en cuenta los trabajos paralelos que todos tienen?
-Tenemos un compromiso adquirido con la función desde el minuto uno. Un año antes de poner en pie "La estupidez" ya tuvimos que empezar a decir que no a otras cosas del teatro. La gira es lo prioritario. El éxito de la función es el compromiso adquirido por todos nosotros.
-¿Eligió bien cuando decidió ser artista?
-Sin duda. Elegí bien mi profesión porque era verdaderamente la que me gustaba y luego tuve la suerte de tener trabajo en ella.
