Juntos, alrededor de la mesa, para dar gracias por una experiencia increíble. Así fue la celebración de la cena de Acción de Gracias que organizó el Instituto de Enseñanza Secundaria (IES) Ramón Areces con los alumnos de intercambio de Texas (Estados Unidos) en el restaurante Lacayo de Sestiello de Grado. Una tradición norteamericana de la que ayer también formaron parte las familias de acogida de los alumnos y los profesores del centro.

Pavo asado con relleno "stuffing" en base a miga de pan, apio, manzana y pasas; puré de patatas con salsa gravy; batatas asadas, guisantes y salsa de arándanos, para rematar con una tarta de calabaza y manzana. Ése es el menú tradicional y así lo cocinó Nacho del Rey: "Me llevó su tiempo, pero hacer cosas nuevas mola mucho", afirmó.

Productos de temporada que llegan a la mesa por un motivo. La celebración de la cena de acción de gracias se remonta a la llegada de los colonos europeos a América, según detalló Teri Call, la profesora estadounidense. "Cuando llegaron, tenían una vida muy difícil y apenas comida, pero los indios los ayudaron cuando finalizó la cosecha y esta fiesta es para dar gracias a los indígenas que los alimentaron y los enseñaron a cultivar una tierra que les era extraña", explica. Además, concreta que se trata de una jornada muy familiar, en la que ni si quiera se decora la casa, lo importante es cenar juntos. Así, año a año, y década tras década, los estadounidenses se sientan a la mesa para dar las gracias.

Ayer, en Grado, las dieron por poder vivir una experiencia "asombrosa" en el intercambio, comentó Dyllan Boykin, una de las alumnas. "Es algo que no podía haber imaginado jamás", añadió. Lo que más le sorprendió de Asturias al grupo de norteamericanos es "lo fresco que es todo, el aire y hasta la comida, además la gente es muy amable y dulce, mi madre incluso está celosa", señaló la joven. Los alumnos moscones ya estuvieron en Texas y la cena de ayer supuso también la celebración de despedida de los texanos. Un intercambio que ha sido importante para todos y cada uno de ellos y que, aunque aún no lo sepan, les cambiará la vida: "A parte de la cuestión lingüística, lo más importante es la inmersión en la cultura de otro país, y no como un turista, les abre la mente y conocen nuevos intereses", resumió Isabel González, profesora de Inglés y coordinadora del intercambio.