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FERNÁN DEL VAL RIPOLLÉS | Sociólogo, publica un libro sobre el género roquero de 1975 a 1985

"El rock dio una identidad estética a una juventud desencantada con la Transición"

"Tino Casal era un tipo muy interesante que, estando muy próximo a la movida, produjo discos de 'Obús' y les dio algunas pinceladas estéticas"

Fernán del Val Ripollés, ayer, en Mieres. J. R. SILVEIRA

Para entender su análisis hay que posicionarse en 1975, en el contexto geosocial de la muerte de Franco y el estallido de un movimiento contestario que también se refleja en la música. Fernán del Val Ripollés alcanzó el título de Doctor por la Universidad Complutense de Madrid con su tesis sobre los movimientos musicales de la época. El autor madrileño, becado por la Universidad de Oporto y presidente en España de la International Association for the Study of Popular Music, presenta su libro: "Rockeros insurgentes, modernos complacientes. Un análisis sociológico del rock en la Transición (1975-1985)".

- ¿Los viejos rockeros nunca mueren?

-Es una buena pregunta. Yo creo que en España sigue habiendo figuras con cosas que decir. Loquillo es un tipo que sigue haciendo cosas interesantes y que no vive anclado en lo que hizo en los ochenta. El Drogas, ex "Barricada", sigue haciendo discos muy interesantes y Rosendo, que ahora se jubila, sigue atrayendo a mucha gente con sus giras.

- ¿El rock sigue vigente?

-Sí, pero se ha transformado. Surgió como un género juvenil hace ya sesenta años, pero se ha institucionalizado. Ahora es ya una forma cultural-artística perfectamente asumida. Es verdad que emergen nuevos géneros musicales (hip hop, trap, reggaetón) que tienen más impacto en la juventud actual, pero el rock ocupa ahora otros espacios.

- "Rockeros insurgentes, modernos complacientes", explíquese.

-Con ese título, intento jugar un poco con dos estereotipos que surgen en la Transición y desmotarlos. Por un lado, los insurgentes eran los roqueros (el heavy metal, el rock urbano?), tenían un discurso político y una conciencia social fuerte. Por otro lado, los modernos estarían más ligados a la Movida, con escenas más hedonistas. Cuando profundizas en la escena musical, es mucho más variada y te puedes encontrar a grupos como "Obús" con un discurso muy fiestero o grupos de la Movida como "Siniestro Total" con un discurso muy comprometido.

- ¿El rock tenía ideología?

-Está claro que en la España de la Transición hay una conexión entre el rock y la izquierda y que grupos como "Obús" tenían gente que militaba en el PCE. Más que una ideología de izquierdas, lo que había en muchos grupos era un intento de retratar su entorno social, que eran los barrios, y su desigualdad.

- Ese rock insurgente, ¿tiene sentido en el siglo XXI?

-Por supuesto, y sigue habiendo grupos dentro del rock con un discurso político de izquierdas. Es verdad que para una parte de la sociedad, al haberse institucionalizado el rock, al haberse vuelto comercial, ha perdido cierta fuerza, cierta autenticidad.

- ¿Sigue habiendo heavys?

-Yo creo que sí que quedan, aunque muchos menos. Tengo amigos que son profesores de secundaria y me dicen que ya no es como cuando nosotros estudiamos. El heavy es una subcultura que se ha mantenido muy fiel. Cuando vienen grupos clásicos a España, las entradas se agotan.

- Sesenta años después, ¿se puede ser padre rockero?

-Aquello de drogas, sexo y alcohol es otro estereotipo. Muchos de los grupos de rock duro trabajaban muchísimo y lo compaginaban con la música. Era gente que invertía mucho tiempo en estudiar y mejorar.

- ¿Qué papel jugó el rock en la transición?

-Un papel bastante importante. Hay una juventud muy desencantada con la Transición, a los que se estereotipa llamándoles pasotas. Yo creo que sí les interesaba lo que sucedía en España, pero que no encontraban canales y no tenían conexión con los partidos políticos. La música tiene mucha fuerza al enganchar con la juventud y darles una identidad estética.

- ¿Llegó tarde el rock a España?

-Claro, hubo un freno cultural que hizo que tardase un poco más que en otros países en institucionalizarse, pero es verdad que desde los años sesenta a España ya iban llegando ecos de lo que estaba pasando en Inglaterra o Estados Unidos y tuvimos unos "Brincos" y unos "Salvajes". Hasta que no muere Franco, no surge una industria y una escena musical fuerte.

- ¿Qué influencia tuvo la prensa musical en ese avance?

-Fue bastante importante. Tanto desde la prensa más especializada, revistas como "Disco Express" o "Popular 1", como desde la radio y la televisión se dio un apoyo muy grande a la escena musical de la época.

- ¿La Movida fue una respuesta al rock o una escisión?

-Es una escena musical que surge hacia el 77 muy influida por el punk, más que por el rock en general. Se produce un enfrentamiento entre los modernos y los rockeros, que son dos formas opuestas de entender la música.

- ¿Cómo era entonces la relación de Asturias con el rock?

-El grupo principal es "Ilegales". He oído hablar de "Los Archiduques", donde estaba Tino Casal, que es un tipo muy interesante porque, estando muy próximo a la movida, produce los dos primeros discos de "Obús". Era un tipo que sabía mucho de música, que dio algunas pinceladas estéticas a "Obús" sobre las tachuelas y los espectáculos en directo. Jugó un papel muy interesante de bisagra. "Ilegales", con Jorge a la cabeza, tienen un discurso que tiene mucho que ver con el rock urbano, pero que musicalmente son más abiertos. Las letras de Jorge son muy variadas, su universo es más amplio. Ambos están en medio de las dos escenas.

- ¿La música urbana de hoy es el trap?

-Hay una parte del trap que tiene que ver con lo que pasaba en el rock urbano, sus letras sobre los barrios y su facilidad para aprovechar los instrumentos de la época (ordenadores) para que se expresen los chavales.

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