El emperador del culete sienta cátedra de cara al público en uno de los sitios más de moda de la ciudad. Salvador Ondó, el escanciador más laureado de la historia, con cinco títulos regionales, aparca su trabajo al mediodía, su trabajo de barra durante una hora de lunes a miércoles y los viernes para enseñar su técnica y conocimientos sidreros a parados en busca de una oportunidad laboral. El maestro sidrero oficial de la sidrería Tierra Astur del Vasco congrega en la puerta del establecimiento de la galería hostelera del Vasco a una decena de aprendices llamados a preservar una tradición amenazada en los últimos años por los escanciadores eléctricos. "Esta es una oportunidad única para los chavales. Además de aprender un oficio, contribuyen a hacer grande la cultura sidrera", explica el especialista.