Natalia Suárez Ríos y Vanessa Estraviz, actrices, protagonizan las visitas teatralizadas del Palacio Valdés. Ambas son avilesinas, de 45 y 31 años, respectivamente, y forman parte de la compañía Arte Producciones, encargada de los recorridos guiados por el teatro avilesino.

Dos actrices y las dos forman parte de la compañía Arte Producciones de José Rico. Integran el elenco que se encarga de las visitas teatralizadas al Palacio Valdés. Son Natalia Suárez Ríos, avilesina de Valliniello, 45 años; y la también avilesina Vanessa Estraviz. Además de su trabajo como actriz, Natalia Suárez, psicóloga de formación, trabaja como orientadora para alumnos con necesidades especiales y dirige la Compañía Moza de la Asociación La Bocarte Cultural, con la que está preparando el estreno de la obra "Reinaré", que cuenta con el respaldo en la producción de la Factoría Cultural de Avilés. Vanessa Estraviz, de 31 años, comenzó su formación con la intérprete avilesina Cris Puertas y se formó también en distintos cursos de Teatro del Norte, la compañía de Etelvino Vázquez. Con la compañía de José Rico debutó con el papel de Martirio en el montaje de la obra de Lorca "Bernarda Alba".

Vanessa Estraviz: "Avilés programa mucho teatro y tiene tres espacios en la Red Nacional de Teatros como la Casa de la Cultura, el Niemeyer y el Palacio Valdés, que tiene el título de ‘estrenódromo nacional’ por todos los estrenos nacionales que acoge, pero que luego creo que eso resta un poco a la producción local. Quizás haya que sacrificar un poco la producción local para llegar ahí. Pero los actores de Avilés, de Asturias, tenemos menos acceso. Al final entiendo que es difícil, que es complicado gestionarlo. Veo muy importante que actores de renombre y compañías importantes siempre tengan el Palacio Valdés como un lugar donde les hace ilusión venir".

"Hay un público muy fiel, aunque sí es verdad que me preocupa un poco la edad del público que asiste al Palacio Valdés. Tiene una media de edad de unos 50 años o más. No veo gente de mi edad. No te hablo de un público infantil, para el que sí hay bastante teatro infantil en Avilés. Hablo desde los 15 hasta los 35 años. Por ejemplo, mis amigas, cuando vienen, es porque vienen a verme a mí. Quizás el problema no sea la programación y tampoco los precios, pero es verdad que el teatro se relaciona con gente mayor. Había que captar esos públicos porque dentro de veinte años, no sé lo que pasará".

La ciudad teatral. A juicio de Natalia Suárez Ríos la capitalidad teatral de Avilés "es una realidad incontestable": "Es algo muy positivo en lo que se ha trabajado mucho desde la restauración del teatro por parte de las personas que se encargan de la gestión. Ha puesto a Avilés en el mapa cultural. Es una ciudad que ha estado muy vinculada siempre con lo cultural, como cuenta Juan Carlos De la Madrid en su libro sobre los cien años del teatro Palacio Valdés".

"Hemos estado demasiado vinculados a nuestra historia industrial, que ha sido muy importante todos nosotros, pero parece como que eso ensombreció toda nuestra identificación con lo cultural. En la época que se construyó el teatro, en esa década entre 1910 y 1920, fue muy costoso y hubo mucha gente de Avilés tirando por ello, por la necesidad que había de tener un teatro. Eso implica que siempre fue una ciudad muy cultural. Avilés siempre tuvo esa inquietud y seguimos en ello. Y ahora, además, en un periodo de cambio, de transición. Se está viendo que es necesario hacer cambios y, en ese sentido, la administración local lo está haciendo, lo está entendiendo, como por ejemplo todas las iniciativas de hacer teatro para jóvenes".

"Tienes que ofrecer algo adaptado a los tiempos. Hay que tener políticas para hacer teatro con los jóvenes. Las jornadas escolares que siempre se hacen en el teatro Palacio Valdés son un ejemplo de ello. El hecho de que esta ayuda a la producción de la Factoría Cultural se la den para hacer teatro con jóvenes para mí me parece una cosa muy importante, porque nunca había sido así".

"El oficio de actor viene bien a los adolescentes, en esa época de búsqueda la identidad, para descubrir emociones nuevas. El teatro me parece terapéutico y educativo. Supongo que conocerás, por ejemplo, el trabajo impresionante que está haciendo Toñi Puerta, que lleva el grupo de teatro de la comunidad terapéutica de salud mental en Avilés. Ahí hay personas que en la vida real no son capaces de hacer determinadas cosas pero, en cambio, sí las pueden hacer si interpretan a un personaje".

"Creo que en Avilés hay un público muy formado, entendido, con mucho conocimiento, que es capaz de saber disfrutar con cosas más complejas y con otras menos complejas, muy adaptado a todo tipo de propuestas. También nos estamos dando cuenta que el desarrollo cultural es un motor de desarrollo local y regional. Que Avilés sea un punto de referencia para el turismo del Norte, también genera un turismo cultural y creo que está ayudando a la ciudad a darse cuenta de lo importante que es la cultura como motor de desarrollo. Y creo que seguimos avanzando en el tema cultural, con iniciativas como, por ejemplo, el Festival Internacional de Teatro Clásico Bances Candamo, que empezó el año pasado y se mantuvo éste con una programación mucho más amplia. Ese festival ahora es una cosita muy pequeña pero llegará a ser algo muy potente. Almagro, con su festival de teatro clásico, tiene la décima parte de población que Avilés y apuesta por ello porque desde sitios que son más pequeños se está entendiendo que las iniciativas culturales a la vez son turismo y desarrollo económico. Y yo creo que Avilés también lo está entendiendo".