Tito cree que la Senda del Oso empieza a ser el descenso del Sella en seco

"Hace falta alguien que se haga responsable del mantenimiento"

ASTURIANOS EN PROAZA: Tito Conde

Julián Rus

Eduardo Lagar

Eduardo Lagar

Tito Conde, empresario de turismo rural. Este burgalés de 51 años, que llegó a Asturias a estudiar Ingeniería de Minas y que, de aquella, era entrenador de patinaje artístico, regenta junto a su socio Miguel Ángel García la empresa de turismo activo Deporventura, que fue la primera en instalarse en los Valles del Trubia y ahora es la que más actividad desarrolla, desde el alquiler de bicicletas hasta el descenso de barrancos, rutas en bicicletas eléctricas o visitas a Cueva Huerta, en Teverga.

"Cuando empezamos a alquilar bicicletas en la Senda, al poco de abrirse, sobre 1996, la gente nos decía que para qué íbamos a alquilar bicicletas si las regalaba el banco. Era la época en la que los bancos regalaban bicicletas. Y, la verdad, no se alquilaban mucho. Nosotros, con la empresa de turismo activo, hacíamos mucho barranco, mucha espeleología, mucha escalada. El perfil de cliente que teníamos era más deportista, ahora es mucho más familiar".

"También bajábamos en aguas bravas el río Trubia. Ahí nos jodió la liberalización de la electricidad. Ahora no nos informan de cuándo abren la presa (Valdemurio) y nos hundieron la actividad. Antes sabías que tenías cuatro o cinco horas fijas al día en que abrían la presa y podías bajar desde Proaza hasta Trubia. Pero ahora dicen que es información privilegiada. Como si yo fuera a llamar a la competencia para decirles que van a ponerse a hacer electricidad. Pero así están las cosas…".

"En la Senda del Oso hoy alquilamos muchas bicis y hay que reconocer que da mucho dinero, pero no es nuestra cosa más guapa porque ahora se ha deteriorado. Lo que todo el mundo quiere es hacer el descenso, que los subas a Entrago en furgoneta y luego hacer la bajada. O dejar el coche en Entrago, bajar en bici y luego que los vuelvas a subir. Se ha convertido un poco en el Sella pero en seco. Pasamos de una actividad que podría ser relativamente ecológica a una actividad en la que ya estamos metiendo una furgoneta para hacer la mitad del trayecto, lo que no tiene mucho sentido".

"Y eso que el descenso es más caro. Si tú coges la bici abajo en Buyera y subes y bajas y me la vuelves a dejar abajo, son 15 euros. Pero si te subo para que bajes desde Entrago, cuesta 22. Y la gente pide la de 22 euros para no pedalear y eso es lo que genera que haya mucha más gente de la que debería de haber. Porque hay muchos que no montan en bici nunca y hacen la senda. Luego se quejan de que les duele el culo y esas cosas, pero bueno".

"También en internet ves perfiles trucados de la senda, que en realidad es plana o casi plana, donde parece que si subes desde Buyera hay unas cuestas que te cagas y la gente se asusta; cuando estamos hablando de que en 18 kilómetros puede haber un 2%. Lo que intentan con estos perfiles es que la gente solo quiera bajar.

"Nosotros, para poder salirnos de la Senda y hacer otras actividades, metimos también bicis eléctricas. Fuera de la Senda ya todo es cuesta, pero con la bici eléctrica lo puede hacer cualquiera. Así podemos trabajar con cualquier grupo y con grupos reducidos. Y puedes subir al Gamoniteiro o hacer una ruta alrededor de todos los Valles y subes Ventana y bajas por Trobaniello".

"La Senda del Oso ya está saturada excepto en temporada baja. En agosto de este año bajé con un grupo –nunca había bajado en agosto– y fui pidiendo perdón todo el rato a la gente. Porque adelantabas un grupo y había otro y otro y otro. Hasta que dije: vamos a seguir a este ritmo porque somos una fila india de 17 km. Sin embargo, si subes hasta el pantano de Valdemurio y sigues hasta Quirós, hasta Santa Marina, no hay nadie. Yo lo recomiendo mucho. El tramo a Quirós se usa muy poco".

"Nosotros éramos partidarios de limitar antes de que nos limiten. Pero hay empresas, y somos seis las que trabajamos en la Senda, que dicen que lo que dure; que el ‘todo lleno’ lo que dure. Ahora va bien. Hay empresas que lo están haciendo muy bien, que han apostado por el ‘todo lleno’ y les está funcionando, pero nosotros advertimos de que lo vamos a quemar, a matar a la gallina de los huevos de oro".

"La Senda deja dinero a los restaurantes, están encantados. De hecho, todos los restaurantes ahora tienen aparcamientos de bici, sobre todo en Proaza. Lo que no deja es, quizás, tanto trabajo. A lo mejor cada empresa tenemos 100 o 150 bicis. Y que sean 700 bicicletas eso ya colapsa la Senda, pero en el Sella, donde sí se genera más trabajo, estamos hablando de tirar al río 5.000 canoas".

"Creo que hay un problema de localismo, entre los cuatro ayuntamientos por donde pasa la Senda. Por ejemplo, piensa que Teverga consiguió un dinero para hacer un folleto y sacó un folleto, pero solo de su trozo de senda. Quiero decir, dos kilómetros. La Senda, como era de todos, nadie quería mantenerla. Hasta que hubo el primer accidente que se mató a una mujer y luego tocó un segundo accidente. Es cuando hacen las obras de mejora. La Senda hay que mantenerla y nunca se mantuvo. Siempre se metió dinero en hacer cosas nuevas que nunca servían para nada".

"El problema son los cuatro ayuntamientos, que no se van a poner nunca de acuerdo. No hay un interés común por tirar por ello. Lo ideal sería que alguien se hiciera responsable de su gestión. Cuando se ofreció a hacerlo la Fundación Oso hubiera sido bueno. Tiene que haber alguien responsable a quien dirigirte si hay algo caído o por reparar. Pero Proaza dice: yo tengo mucha senda, pero no tengo dinero para limpiarla. Santo Adriano es el que mejor la mantiene, Teverga solo tiene dos kilómetros y, como le cuesta poco limpiarlo, llega hasta Caranga para ayudar a Proaza, pero cuando me da la gana. El firme de Caranga al pantano está fatal. Del pantano para arriba Quirós lo está manteniendo bien porque es su trozo. El trozo que pertenece a Proaza está muy mal. Llevo ya más de tres meses advirtiendo de que hay unas vallas caídas en Peñasjuntas y ponen una cintita de plástico. Seguro que es segurísimo".

"Falta una entidad que lo mantenga. Y acepto que nos cobren a las empresas que trabajamos con el alquiler de bicis. Que nos cobren, por ejemplo, diez euros por año y bici. Yo en las reuniones digo eso: que nos cobren, pero que la mantengan. Necesitamos una entidad que se haga responsable".

"Y también necesitamos desestacionalizar, que la gente no solo venga en temporada alta. Es importante también a la hora de generar un empleo en la zona. En verano nosotros somos entre 15 y 18, pero ahora somos tres. Yo preferiría poder tener a seis todo el año".